El Betis vive de fiesta en fiesta | OneFootball

Los verdiblancos resuelven con un imperial cabezazo de Cucho Hernández y otro gol de Isco un partido que se había enconado con el colista Valladolid

Nueva fiesta para un Real Betis Balompié instalado por pleno derecho en lo más alto de la ola futbolística. Los verdiblancos vivieron otra noche mágica a pesar de haber tenido dificultades durante una fase de la cita con el colista de la categoría, con un Valladolid que había sido capaz de rebelarse contra su suerte y hasta empatar. Pero los hombres de Manuel Pellegrini están en un momento de juego y de confianza que puede con todo y de esta manera iban a firmar su mayor goleada del curso, salvo los bolos de la Copa del Rey. Cinco a uno después de desatarse el vendaval para demostrar que el equipo está lanzado en el momento justo de la temporada.

No lo iba a tener nada fácil, sin embargo, el Betis ante el colista para adicionar tres puntos más a su casillero clasificatorio en esta recta final que tan bien está afrontando la escuadra de Pellegrini. Los verdiblancos se adelantaron muy pronto gracias al tanto de Jesús Rodríguez y en ese momento todo pintaba muy bien, pero los pucelanos se resistían al descenso matemático a la Segunda División y pusieron mucha intensidad para estropearle la noche a los anfitriones.

No importaba, este Betis está en un momento de gracia y Cucho Hernández acabó con la incertidumbre poco después de la hora de juego con un cabezazo imperial para abrir el camino a la fiesta, que prolongó Isco inmediatamente después con el 3-1. En plena fiesta, llegaría también el golazo de Perraud con un zurdazo impresionante tras una excelente pared de Cucho Hernández y hasta Abde se sumaría a la fiesta para cerrarla con un bonito pase a la red en el cinco a uno.

Fue curioso el desarrollo del litigio. Parecía que el gol de Jesús Rodríguez, en una acción en la que contó con la colaboración del central Aidoo, iba a servir para que este rutilante Betis se exhibiera ante sus aficionados en una noche plácida. La teoría del fútbol indicaba que lo normal era que el colista se hundiera con ese primer golpe, al que había antecedido la lesión de Javi Sánchez, que pareció grave a la vista de las lágrimas del central visitante.

El problema tal vez estuviera en el deseo de gustarse de algunos de los futbolistas béticos, al menos en el primer periodo. Fue el caso particularmente de Antony, que buscó siempre las acciones complicadas y dirigidas a entrar en los highlights de la jornada. Tanto fue así que se llegaría a producir una situación de enconamiento con el lateral que lo defendía, Aznou, y hasta pudo salir mal parado el brasileño por ello.

Afortunadamente para el Betis, en ese sentido no hubo mayores problemas, pero la producción ofensiva sí se iba apagando en la primera mitad. Sólo un tiro alto de Isco (31′) y otro del propio Antony (37′) llegaron a amenazar la portería del Valladolid, pero era muy poquito. Sobre todo porque los visitantes también comenzaron a inquietar a Adrián y tuvieron un cabezazo franco de Latasa (24′) para empatar antes de que reclamaran un posible penalti de Fornals sobre Aznou (29′).

Hernández Maeso, que estaba muy cerca, no consideró punible el contacto y dejó seguir, pero el colista ya estaba avisando y dio el susto con el gol de Chuky en una buena jugada de Raúl Moro en la que Adrián se frenó ante la posibilidad de cometer una falta y dejar a los suyos con un futbolista menos sobre el campo. Pudo tener razón el guardameta con su decisión, pero eso colocó la tablas antes del intermedio. Incluso el Valladolid tuvo un par de llegadas más inquietantes en un disparo de Luis Pérez (49’+) y una pelota que le sacó Adrián a Natan al desviarle un córner muy cerrado (50’+).

La solución que buscó Pellegrini para enderezar la situación fue Lo Celso, que salió al campo en el descanso por Pablo Fornals, pero el Betis siguió sufriendo durante algunos minutos más. Tanto que Pellegrini volvió a agitar el árbol con un triple cambio que no pudo ser más decisivo. Aitor Ruibal, Perraud y Abde saltaron al campo para ser decisivos en muchos de los goles, aunque fue el imperial testarazo de Cucho Hernández el que abrió la espita del buen fútbol y de la felicidad para todos los seguidores de la fe balompédica radicada en el sevillano barrio de Heliópolis.

Ese remate del participativo delantero colombiano llegó en el minuto 64 y desde ahí fue un no parar de atacar y también de marcar goles. Isco no tardaría en anotar el tercero, concretamente dos minutos después, en una buena combinación entre Antony y Aitor Ruibal con pase atrás del lateral catalán. Precisamente el propio genio malagueño había sido el futbolista que había robado el balón en la salida pucelana y él se encargaba de meterlo en la red con un toque de calidad. Todo muy sencillo, muy efectivo y, por supuesto, brillante.

El Betis comenzó a gustarse, a jugar con mucha calidad en las cercanías de André Ferreira y eso iba a servir para que la fiesta fuera completa. Primero, una pared de gran delantero de Cucho Hernández era culminada por Perraud con un zambombazo tremendo con la zurda (84′). Después, ya con el cronómetro llegando al minuto 90, Abde se marcaba otra exquisitez con un pase a la red después de superar a un par de contrarios dentro del área.

Los béticos, en esta fase decisiva del curso, con tanto bueno por disputar por delante, estallaron de júbilo y hasta vivieron una nueva fiesta cuando concluyó el encuentro. No es para menos, el Betis había sabido sufrir durante una fase del juego y se despedía con la mayor goleada de la temporada. Todo es felicidad en el seno de este Betis y hay que disfrutar de esos momentos.

/DiarioSevilla