El Real Madrid apura hasta el máximo para ganar a un buen Celta y sigue en la pelea por LaLiga | OneFootball

El Real Madrid vivió otro partido ante el Celta de Vigo este domingo para no dar por perdida LaLiga, sobre todo sabiendo que en la noche del sábado el FC Barcelona ganó su trance al Valladolid. Por eso, y debido a que al comienzo de este partido los blancos ya estaban a siete puntos del liderato, los de Ancelotti no tienen más oportunidades. Finalmente, y con un partido que supieron llevar desde el primer tiempo, el Real Madrid ganó por 3-2 con goles de Arda Güler y Mbappé.

El Real Madrid se empezó gustando con golazos ante el Celta en el Bernabéu

Tampoco para reponerse de la derrota en la final de la Copa del Rey, ya que LaLiga entra en su fase más importante. El clásico será, ‘a priori’, el día clave para decidir quien se llevará el título, pero tras la victoria azulgrana en Valladolid, si los blancos fallaban ante el Celta dejarían el título en bandeja al Barça.

Un encuentro para el que Ancelotti empezó ya con siete bajas, cinco de ellas en la línea defensiva: los de larga duración como Carvajal y Militao, pero también las recientes de Alaba, Rüdiger y Mendy. A ellos hay que sumar a Camavinga y Rodrygo.

Con este panorama, Ancelotti ha echado mano para este encuentro de la jornada 34 de liga ante el Celta de Vigo de Tchouaméni como central, algo que ya ha sucedido varias veces debido a las lesiones. El francés se supuso a una amarilla de perderse el Clásico del próximo fin de semana. Algo que también pasa con Lucas y Ceballos, que también son titulares frente a los gallegos.

Para ello, el técnico italiano apostó por un 4-4-2 con Bellingham por detrás de Mbappé y Vinicius y con la novedad de Arda Güler en un centro del campo en el que no falla Fede Valverde. Con respecto al once de la final de la Copa del Rey, entraron Fran García, Arda Güler y Mbappé por Mendy, Rüdiger y Rodrygo.

El partido, como tal, empezó de una manera intensa para el Real Madrid sabiendo que el Celta de Vigo no lo iba a poner nada fácil. La prueba ya se vio en duelos como cuando le enfrentaron la cara al FC Barcelona (4-3), cuando no solo se adelantaron a los culés, sino que incluso estuvieron a escasos minutos de llevarse la victoria.

En primera instancia, se vio que el Celta de Giráldez es un equipo muy atrevido, y eso es lo que se vio ya desde los primeros minutos. Lo demostraron con una clara ocasión en una acción de estrategia. Ocurrió con una mala defensa del Madrid a balón parado, donde Marcos Alonso estuvo a punto de hacer el 0-1 para el Celta. Remataba demasiado solo.

Pasaban los minutos y el marcador no se movía en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, y aunque el Celta intentaba presionar, el Real Madrid se iba pronunciando en el ataque, especialmente con Vinicius. El brasileño, a diferencia de otros partidos pasados, fue mandando y al Celta le fue costando más tener el balón.

Y con una acción así llegó el primer gol de los blancos, desde los pies de Arda Güler. No entraba mucho en juego el turco, pero es un futbolista diferencial. El jugador golpeó espectacular, metiendo un golazo por la escuadra. Un gol que hacía las delicias de un Bernabéu que, poco a poco, le iba gustando lo que veía.

A los pocos minutos, de hecho, el Real Madrid se iba gustando más y más, fue ahí cuando llegó el segundo gol de Mbappé en un disparo que metió por toda la escuadra. El Real Madrid cada vez estaba más a gusto en el campo sobre un Celta de Vigo que solo se apresuraba a que pasasen los minutos para llegar al descanso. Giráldez necesitaba ideas nuevas para los suyos, si bien no fueron pocas las ocasiones que tuvieron los visitantes. De no ser por Courtois, los celestes podrían haberse ido al descanso con dos goles.

El Celta despertó y pudo igualar el partido

En ese primer tiempo, el Madrid se vistió cómodo gracias a los golazos de Arda Güler y de Mbappé… y a los paradones de Courtois, que ha evitado dos tantos del Celta con dos manoplas espectaculares. El partido empezó en llamas, con ocasiones en las dos áreas y poco a poco la pegada blanca se impuso.

Y sí, justo aquí, al comienzo de la segunda parte, empezaban a legar los goles que, al principio, parecían no llegar. Aquí, otra vez fue Arda Güler el que dio una asistencia perfecta para el desmarque de Mbappé, que dejó correr la pelota, se plantó delante de Guaita y le pegó con la zurda al palo largo.

Un buen gol de Mbappé ante un Celta que fue teniendo unos pocos más de problemas en defensa de los que tuvieron en los primeros 45 minutos. Por lo que, aún de lo que ocurriera en el resto del encuentro, con este 3-0 momentánea parecía que el partido estaba casi por finiquitado para seguir en la pelea por LaLiga. El próximo clásico se presentaba apasionante. Pero no iba a ser todo tan fácil.

Pasaban los minutos y mientras Güler y Mbappé causaban estragos a los rivales, al Celta poco le quedaba para plantar al Real Madrid. Las jugadas celestes no llegaban, los pases se cortaban y Courtois, a diferencia de la primera parte, apenas tenía trabajo pasada la hora del juego.

Sin embargo, parecía que el Celta quería despertar. Lo hizo primero con Javi Rodríguez, que fue el que más lo intentó a partir del minuto 65. De hecho, fue el mismo Javi Rodríguez el que pudo marcar el segundo antes de que lo hiciera Swedberg. Los de Giráldez ya no solo estaban a un gol de igualar el partido, sino que incluso estuvieron a punto de superar al Madrid. Fue un taconazao marca de Iago Aspas el que dio el pase a Pablo Durán, que se plantó casi de sorpresa ante Courtois y apunto estuvo de hacer el 3-3.

El Real Madrid, desde que diera recambio a Asencio, estaba más fuera que dentro de partido. Tampoco Lucas Vázquez estaba acertado donde, a casi el minuto 83 de partido, era más fácil que los visitantes hicieran el gol del empate que el Real Madrid hiciera el cuarto de la casa.

El Real Madrid dejaba así muchos huecos que, en cada ocasión, los vigueses la aprovechaban. Sucedió también con Swedberg de nuevo, a falta de 5 minutos con el añadido ya en marcha, donde se encontró de nuevo a un salvador Courtois que estaba teniendo mucho más trabajo de lo normal en esta segunda mitad. Solo Mbappé tuvo una oportunidad final para golpear de volea, pero también llegaba el susto de Hugo Álvarez, que quería a toda costa empatar para los suyos.

Hasta con tres goles en contra, Giráldez, el entrenador del Celta, hizo cambios ofensivos y cambió la cara del partido. Fue como si el conjunto de Vigo no hubiese olvidado el encuentro de la Copa, cuando también le remonto al Real Madrid hasta llevarlo a la prórroga. Los últimos minutos en LaLiga fueron así: el partido que estaba ganado, roto; con ocasiones para el Celta, pero también para el Real Madrid y con la sensación de que se podía escapar lo que estaba cerrado. No sucedió y ahora el equipo de Ancelotti llegará vivo a Montjuic.