El Real Madrid golpea primero al Atlético de Madrid | OneFootball

El Real Madrid ganó el primer derbi europeo al Atlético de Madrid por 2 goles a 1. Los de Ancelotti golpean primero en los octavos de la Champions League con los tantos de Rodrygo y Brahim; mientras que Julián Álvarez, con un golazo, deja a tan sólo un gol la distancia para los de Simeone. Todo se decidirá en el Metropolitano en un partido en el que, el Madrid, alternó minutos buenos con algunos horribles; y en el que el Atleti tan sólo se desarmó durante los 20 minutos iniciales.

Dicta la leyenda que el Bernabéu es una especie de Harvey Dent que, cuando toca la cara de la Champions y las eliminatoria, toca dar miedo y, por lo menos, arrasar en decibelios a su rival. La acústica del Nuevo Bernabéu parecía tambalear los cimientos del monumento de la Castellana. Y eso, por muy profesional que seas, te tiene que, o hacer temblar las piernas; o querer arrancar el césped a mordiscos.

Rodrygo golpea primero

Y así sucedió en ambos lados. El Real Madrid salió con el traje de las noches de Champions y firmó unos primero minutos dónde el Atleti marchaba a su merced. Valverde, que estuvo a punto de quedarse fuera de la alineación, filtró para Rodrygo que, desde la banda derecha, hizo la diagonal hacia el interior y, con la de palo, la clavo en la escuadra derecha de Oblak. Golazo. Locura en el Bernabéu. Sólo era el minuto 4.

Y en medio de la locura, primera acción polémica del partido. Otro balón filtrado a Rodrygo, acabó con un empujón que, en este caso, el árbitro determinó insuficiente para aplicar la pena máxima. No cambió la dinámica de un partido que parecía escrito. El Atleti no encontraba ninguna salida para hacer daño al Real Madrid ni, peor todavía, para frenarle. Vini y Rodrygo, desatados, eran dos puñales constantes por ambas bandas; y Simeone, desquiciado, no encontraba la manera de parar la tormenta blanca.

El Atleti empata con un golazo de Julián Álvarez

Pero el fútbol, como cualquier deporte de equipo, es un deporte de dinámicas, de momentos, y en el 26 todo giró. Valverde salvó un gol sobre la línea cuando Griezmann sólo tenía que empujarla. El Atleti, desde aquel momento, dominó al Madrid y viró el rumbo del partido. El Real Madrid se fue durmiendo, sin motivo aparente, y el Atlético no desaprovechó la oportunidad.

Volvió la peor versión, durante minutos, del Madrid de Liga. Apático, sin presionar, sin defender y, cediendo el balón de forma descarada. Mbappé no se encontraba, buscando más la banda derecha y tratando de internarse entre los defensa del Atleti sin éxito alguno. Vini desapareció. Y sólo Brahim las quería todas. Y llegó el gol de Julián Álvarez.

Un golazo. Camavinga, en la izquierda, trató de robarla, Julián se la llevó con más fuerza, y desde el perfil derecho, con muy poco ángulo, la clavó en la escuadra izquierda de Courtois, que sólo pudo mirarla: 1-1 en el Bernabéu. No pasó mucho más hasta el descanso. El Real Madrid no encontraba salida por ningún lado, ni siquiera hacía daño; y el Atleti movía el balón a placer de lado a lado esperando su momento. Al vestuario en tablas.

Todo cambia en la segunda parte

La dinámica continúo exactamente igual al inicio de los segundos 45 minutos. El Real Madrid perseguía sombras, con balón nadie se movía y parecía, por momentos, dar por bueno el empate. Tampoco se esmeraba en tareas defensivas. Y el Bernabéu, en el 53′, se terminó de enfadar. Tremenda pitada a su equipo tras una ocasión que, De Paul, no consiguió acertar. Y otra vez, el Bernabéu, cambió todo.

Brahim, que parecía el único enterado de la dimensión del partido, se inventó un gol de la nada en el mismo donde Julián antes la había clavado. Se metió entre dos defensas y, con un sutil pase a la red, logró el segundo gol para el Real Madrid en el 55′. El Atleti volvió a meter la cabeza entre las piernas mientras que el Real Madrid iba dispuesto a terminar de ahogar a su rival.

Movió el banquillo Ancelotti demasiado pronto para lo que suele ser habitual en él. Camavinga se marchó ovacionado aunque su partido fue bastante gris, como toda su temporada. Modric le sustituyó y, cómo no, también entró ovacionado. Simeone también aprovechó el momento y colocó dentro del campo a Gallahager y Molina por Giuliano y Lino.

El partido entró, de nuevo, en la clásica calma tensa de Champions. Del Atleti, tras cambiar el dibujo, defender el resultado esperando o, castigar en alguna contra, o mantener el resultado; y un Real Madrid que buscaba con algo más de ganas el tercero, pero sin tampoco mucho riesgo. Entre tanto, se marchó Griezmann y entró Le Normand en el 70. No pasó mucho más y Simeone siguió con su retahíla de cambios: Barrios y De Paul, fuera: dentro Correa y Sorloth.

El Real Madrid gana y todo se decidirá en el Metropolitano

En los últimos minutos de partido se juntaron, como reza el refranero español, el hambre con las ganas de comer. El Atleti se mantenía cómodo en defensa con su línea de 5 y el Real Madrid era incapaz, si quiera, de hacerle cosquillas. Valverde se tuvo que marchar en el 83′ por Lucas Vázquez. El uruguayo había sido de la partida a última hora tras regresar de una lesión que, parecía, le iba a impedir jugar de titular. Así las cosas, el partido se fue desvaneciendo con los 22 pensando en el miércoles que viene en el Metropolitano. Mbappé erró un pase en el descuento que, de haber sido bueno, era el tercero del Real Madrid. Vini esperaba en boca de gol sólo pero el francés no tuvo el día.

El Real Madrid ganó en un partido extraño, más malo que bueno por momentos, ante un Atleti que, quitando los primeros 15 minutos, ejecutó su plan a la perfección. Aún así, los de Ancelotti se llevan un resultado positivo, no definitivo, que tendrá que certificar en el siempre complicado estadio rojiblanco. Todo en el aire y un gol de ventaja que, como siempre, nunca parece lo suficiente en cualquier ida en el Bernabéu.