Offsider
·18. Dezember 2024
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·18. Dezember 2024
A un paso de la gloria. Pachuca tiene ante sí uno de los partidos más importantes de su historia reciente, después de acceder a esta nueva denominación del Mundial de Clubes -el último con este formato- gracias a su coronación como campeones de la Concacaf Champions Cup. Los de Guillermo Almada se ‘cargaron’ contra todo pronóstico a Botafogo con una contundente goleada (3-0) y se deshicieron de Al-Ahly en una tanda de penaltis loca. Es la cuarta ocasión que juegan un Mundial de Clubes… y esta, su primera final.
El estadio Lusail, de infausto recuerdo para Mbappé pese a una final en 2022 épica a nivel individual, será testigo de un duelo inédito entre españoles y mexicanos. El equipo del oeste de México cuenta en sus filas con dos viejos conocidos del fútbol español -además de Borja Bastón y Gustavo Cabral-, fundamentales en el esquema de Pachuca y los principales protagonistas de que los ‘tuzos’ estén en esta final: Oussama Idrissi y Salomón Rondón.
Oussama Idrissi está volviendo a ser Oussama Idrissi. El neerlandés nacionalizado marroquí, desde su explosión en el AZ Alkmaar, no logró recuperar su gen encarador y dinámico que encandiló al AFAS Stadion. Etapas en Sevilla, Ajax, Cádiz y Feyenoord no levantaron el vuelo de un jugador distinto que tuvo que ‘desterrarse’ a tierras mexicanas… para reencontrarse con su mejor versión.
Sus cifras no son para tirar cohetes, con dos goles y tres asistencias en 16 partidos del Torneo de Apertura, pero en esta Intercontinental ya ha dejado muestras de lo que es capaz. Ante Botafogo, Idrissi asistió en el 3-0 a Rondón, pero marcó el 1-0 en una jugada propia de unos pocos elegidos. Enseñó ese regate y ese cambio de pies tan inusual en el fútbol actual pero característico en sus cualidades, dejando en la lona a dos defensas de Botafogo antes de definir ante John Victor.
Esta final es una oportunidad para él de volver al escaparate europeo, aquel en el que estuvo tras brillar en los Países Bajos pero del cual desapareció sin dejar rastro. Idrissi lo sabe, y el Real Madrid puede ser el punto definitivo para aparcar su estadía en México y regresar al Viejo Continente.
A sus 35 años, Salomón Rondón se resiste a dejar el fútbol. Su nivel, pese a formar parte de una liga de nivel inferior, sigue siendo el que se le reconoció en lugares como River Plate, West Brom o Zenit. Atrás quedan esos años en Gran Canaria y Málaga donde se ganó el corazón de canarios y blanquiazules con gol y trabajo. En su segundo año en Pachuca, el venezolano mantiene el hambre competitivo y las ganas de ganar títulos. Y al Real Madrid no se lo va a poner fácil.
Ya se ha estrenado con gol en esta Copa Intercontinental. La portería nunca se la ha quitado de la cabeza, pero su fútbol se estiliza en el choque y el juego de espaldas para generar segundas jugadas. Va a tener en frente a un Rüdiger prácticamente implacable a nivel físico, pero el venezolano es consciente de las cualidades del alemán y de su batalla con él sobre el campo: «A Rüdiger le gusta el contacto, sé bien cómo defiende», comentó a MARCA.
Cinco goles en 13 partidos es su bagaje en el Torneo Apertura, en el que Pachuca acabó antepenúltimo con 13 puntos, a nueve de los puestos de playoff. Su primera temporada con los ‘Tuzos’ brindó enormes alegrías al conjunto mexicano, marcando hasta 20 goles en 31 partidos y siendo el MVP de la final de la Concacaf Champions Cup, en la que golearon a Columbus Crew (3-0) con un doblete suyo. No le ha marcado ni le ha ganado al Real Madrid… y esta puede ser una oportunidad única de hacerlo.
Idrissi y Rondón. Rondón e Idrissi. ¿Podrán con el Real Madrid y alcanzar la gloria en Lusail?