Racing de Alma
·31. Januar 2025
Racing de Alma
·31. Januar 2025
La Academia se transformó, desde hace largo rato, en un equipo del que siempre se puede esperar algo bueno. Da garantías, transmite la sensación de que en algún momento va a convertir, que en cuanto el rival se distraiga un segundo, hará daño. Es un equipo que juega convencido y convence. Convencido de una formal, la que le dio la obtención de la Copa Sudamericana. Y convence por su inagotable poder de fuego adelante, con un Maravilla Martínez hambriento. Por su fervor para defender las ventajas que consigue y ampliarlas. Racing goleó a Belgrano 4-0 en una victoria muy justificada, la segunda en el Apertura. Sigue en la parte más alta del Grupo A y acumula siete tantos en dos fechas. Una máquina goleadora imparable.
Juega de memoria la Academia. Se hace fuerte a partir de un equipo que mantuvo su base, que únicamente se desprendió de un titular con respecto al año pasado. Mientras otros gastaron millones en refuerzos, el conjunto de Gustavo Costas sostuvo sus intérpretes y eso es una ventaja muy grande en el fútbol argentino. Ya todos se conocen, ya están adaptados a una idea. No necesita un tiempo de formación. Y propicia n funcionamiento aceitado.
Tardó apenas unos minutos el equipo en acomodarse al partido, sobre un campo de juego muy mejorado en comparación a 2024 pero aún desparejo. Después de algunos intentos del Pirata con un buen trato de pelota, poco a poco Racing lo fue apagando. Con autoridad, se adelantó en el terreno, dominó, encontró sociedades en base a la posesión. Y cuando perdía el balón, lo recuperaba rápido en el campo de enfrente o en la zona media Lo fue arrinconando a su rival, principalmente con una búsqueda por la derecha. Vietto, Nadoni y Martirena formaban productivas triangulaciones.
Y apareció el animal del área para ponerle números a esa superioridad en el juego. Martirena le colocó un gran a Adrián Martínez a la espalda de Meriano. Controló de pecho, la dejó picar dos veces y sacó un derechazo que le rompió el arco a Juan Espínola. 1-0 y mayor tranquilidad.
Vivió algunos momentos de sofocones en el inicio de la segunda parte, cuando Belgrano se aproximó con peligro porque llegó con más gente y determinación. Pero la única clara en su contra que tuvo Racing fue la del mano a mano que Arias le tapó a Franco Jara. Cuando el Pirata había crecido, Maravilla tuvo un cara a cara con Espínola y el arquero lo frustró en buena reacción.
Racing goleó a Belgrano por 4-0. Foto: Prensa Racing.
Racing no le dio tiempo al Pirata a que cristalizara en la red su mejora. Muy agresivo en ofensiva, como es costumbre, liquidó la historia por su oportunismo. Llegó el centro desde la izquierda de Maxi Salas, Luciano Vietto cabeceó, el arquero dio rebote y el mismo Lucho definió con un disparo alto. La efectividad en el área de enfrente, la capacidad para saber transitar momentos adversos y también la suerte eran los valores de Racing. Sí, fortuna también porque el travesaño le negó a Menossi lo que hubiera sido el descuento para el equipo cordobés y la chance de ponerse a un solo gol de distancia.
Pero llegaron dos golpes más que terminaron de pulverizar al Pirata. Maravilla, otra vez, con un amago y definición de zurda puso el 3-0. Y faltaba más: Rocky Balboa, ingresado en el ST, no desaprovechó el buen centro de Bruno Zuculini y, de cabeza, estampó el 4-0 final.
El criterio conceptual de Vietto, asistidor de Maravilla en la tercera anotación, fue uno de los puntos más altos de Racing, respaldado por un buen trabajo de Nardoni y Almendra, firmes en el mediocampo en la contención y pulcros en la circulación de la pelota.
Foto de portada: Prensa Racing.