moiceleste.com
·17. Januar 2025
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Foto: Ángel Gutiérrez / Getty Images
El Celta cayó derrotado con honores en el Santiago Bernabéu. Con todo en contra, incluido Munuera Montero, con un arbitraje más parcial que la narración de Juan Carlos Rivero, fue capaz de llevar la eliminatoria a la prórroga después de remontar dos goles en contra, y de no ser por los errores arbitrales hubiera tenido opciones de pasar la eliminatoria. Un gran Bamba metió al Celta en el encuentro, pero en la prórroga se impuso el Madrid.
Claudio Giráldez fue a por el partido con un once muy titular, aunque con Iván Villar en la portería. El guardameta jugó junto a Javi Rodríguez, Starfelt y Marcos Alonso en el eje de la zaga, con Carreira y Mingueza en los carriles, Beltrán y Moriba en la sala de máquinas, y como jugadores más avanzados Hugo Álvarez, Swedberg y Borja Iglesias.
Salió el Celta muy bien plantado, dominando el juego en los primeros minutos, y suya fue la primera ocasión de gol tras un centro de Marcos Alonso que Starfelt, un tanto forzado, envió al techo de la portería de Lunin. El balón llega a rozar el larguero. A los 12 minutos, Hugo Álvarez se precipitó probando un disparo a puerta que acabó siendo rechazado por un rival a saque de banda.
Sin embargo fueron los blancos los que tuvieron la primera gran ocasión del encuentro, con un disparo lejano de Tchouameni que despejó Iván Villar. El disparo iba demasiado centrado, pero era un aviso de la estrategia del conjunto blanco, que siempre que pudo probó disparos lejanos, como si fuese una consigna.
Con el paso de los minutos el Celta fue perdiendo peso en el partido, al ritmo que el Real Madrid iba ganando protagonismo. A la media hora, nuevamente Iván Villar realizó una parada, en este caso muy buena, tras un disparo de Brahim, reaccionando con su pie derecho para evitar el gol.
En el minuto 36 casi marca el Celta con una internada de Sergio Carreira, que se había intercambiando unos minutos antes el carril con Mingueza, pero su centro no encontró rematador. Y a renglón seguido una de las polémicas del partido. Lunin comete un clamoroso penalti sobre Swedberg, Munuera Montero mira para otro lado, y en la contra Mbappé anota el 1-0 en una acción en la que Iván Villar se agacha y el balón entra por el palo corto.
El celtismo respiró tranquilo con las primeras repeticiones de la acción sobre Swedberg, convencido de que el VAR revisaría la acción y mandaría a Munuera a revisarla, pero imaginamos que estarían celebrando el gol de Mbappé y no hicieron nada. El árbitro mandó seguir y el gol del Madrid subió al marcador ante la impotencia de la afición celeste.
La segunda parte no pudo empezar peor, ya que en el minuto 48 Vinicius anotó el 2-0, en una jugada también polémica por un posible fuera de juego en la acción previa. No hubo repeticiones de la acción hasta 20 minutos después, cuando solo pusieron la infografía de la acción. Un ejemplo de transparencia que no sería el único del partido.
En ese momento todo parecía perdido. El Celta naufragaba y el Real Madrid gozaba con espacios. En el 58 Starfelt mantuvo al conjunto celeste en la eliminatoria tras un fallo garrafal de Iván Villar, que asistió a un rival, el balón acabó en los pies de Vinicius que superó al meta con una vaselina, pero el defensa sueco estuvo al quite y sacó el balón sobre la línea de gol.
En el 67 se produjo el cambio que modificó el rumbo del partido, con la entrada de Bamba en lugar de Hugo Álvarez. Unos minutos antes habían entrado Pablo Durán y Sotelo en lugar de Swedberg y Beltrán, que antes de salir del campo lanzó un peligroso disparo que no encontró portería por muy poco.
Con los cambios mejoró el Celta, que buscaba un gol que lo metiera en la eliminatoria. Hugo Sotelo probó fortuna en el 69 con un disparo que buscaba la escuadra y encontró la manopla de Lunin. En el 77 otra vez pudo acabarse la eliminatoria con el 3-0 del Real Madrid, que sería anulado por claro fuera de juego.
En el minuto 83 se metió el Celta en el partido tras un error de Camavinga en la salida de balón, que acabó a pies de Pablo Durán. El búfalo levantó la cabeza y vio a Bamba solo para que el costamarfileño fusilase a Lunin. Al Real Madrid le temblaban las piernas. El Celta olió la sangre y fue a por el encuentro, y lo encontró en el 90 con un penalti sobre el propio Bamba. Asencio atropelló al extremo céltico como un tren de mercancías. Como sería de claro el penalti, que hasta Juan Carlos Rivero reconoció su existencia. Marcos Alonso anotó el tanto desde los once metros y llevó el partido a la prórroga.
En la primera parte de la misma llegó otra acción polémica, con decisión nuevamente favorable al conjunto local cuando un disparo de Fer López golpea en la mano de Rudiger. El VAR revisó la jugada y vio un fuera de juego previo, del que no pudimos ver ninguna repetición ni aclaración de la jugada.
Esa jugada pudo cambiar el partido, pero no se puede negar que el Real Madrid estaba siendo superior. El cansancio hizo mella en los célticos, que recibieron un golpe muy duro en el minuto 107 con el gol de Endrick, que daba ventaja a los blancos. Casi a renglón seguido llegó el 4-2, obra de Fede Valverde con un disparo lejano, que ya cerraba el partido. Ya en los instantes finales, Endrick volvió a ver puerta poniendo un 5-2 que no hacía justicia a lo que se vio en el marcador. Se acaba la aventura copera del Celta, que tenía que acabar hoy. No se puede pelear contra el sistema.