La 17ª final internacional en Paraguay, la segunda en la Nueva Olla | OneFootball

La fina única de la Copa Conmebol Sudamericana que se disputará este sábado en La Nueva Olla entre Racing de Argentina y Cruzeiro de Brasil, será la decimoséptima final internacional que tendrá como escenario a nuestro país.

Un total de diez partidos decisivos de la Copa Libertadores que tuvo a Olimpia interviniendo en siete de ellas, Nacional en una ocasión y las restantes lo definieron equipos del extranjero.

Mientras que la Copa Intercontinental, la Interamericana, la Supercopa, la Conmebol y la Copa Máster se decidieron una vez en suelo nacional, teniendo como factor común al Decano como uno de los protagonistas.

El estadio Defensores del Chaco fue utilizado como escenario para 15 finales internacionales, mientras que La Nueva Olla tuvo su primera vez en el 2019, justamente en la histórica primera final única de Copa Sudamericana, que la conquistó Independiente del Valle de Ecuador ante Colón de Santa Fe de Argentina.

Antecedentes Empezó en 1960, Olimpia y Peñarol de Uruguay definieron la primera Copa Libertadores de América. El antiguo estadio de Puerto Sajonia fue testigo del 1-1 entre el Decano y los Mirasoles y la vuelta olímpica de los uruguayos, gracias al triunfo de 1-0, en la ida, jugado en Montevideo.

En 1975, Independiente de Argentina y Unión Española de Chile se cruzaron en el Defensores del Chaco en el tercer y definitivo choque, triunfando el equipo de Avellaneda por 2-0 consagrándose tetracampeón de la Libertadores.

Olimpia fue partícipe nuevamente de otra final, en 1979 y esa vez venció 2-0 a Boca Juniors, apuntalando la primera Libertadores, de las tres ganadas.

Al año siguiente, en 1980, el Decano alcanzó la gloria consiguiendo la Copa Intercontinental frente al Malmö de Suecia (2-1) y la Interamericana ante el FAS de El Salvador (5-0), cerrando uno de los ciclos más importante de su rica historia.

En 1985, nuevamente conjuntos del exterior utilizaron el Defensores para una finalísima de la Libertadores. Argentinos Juniors le ganó al América de Cali de Colombia en la tanda de los penales por 5-4, luego de empatar 1-1 en tiempo normal.

Entre 1989 y 1991 Olimpia disputó tres inolvidables finales al hilo de Copa Libertadores. En la primera y en el Defensores del Chaco, venció al Atlético Nacional de Medellín 2-0; pero perdió el título en la revancha.

En 1990 el 2-0 conseguido de local, frente a Barcelona de Ecuador le sirvió a los franjeados para asegurar el título con el empate 1-1 en Guayaquil.

En 1991 empató 0-0 en Paraguay con Colo Colo de Chile y en la revancha perdió el partido 3-0 y el título.

En medio de esas tres finales, el equipo de Para Uno disputó y ganó la Supercopa de 1990 frente a Nacional de Montevideo tras empatar 3-3 de local y fue amparado por el triunfo de 3-0 en Montevideo.

En 1992 en la final de la Copa Conmebol, los franjeados ganaron en Sajonia al Atlético Mineiro 1-0, pero se quedaron sin la gloria al caer de visitante 2-0.

Dos años después en 1994, Olimpia tuvo otra final perdida. Esta vez fue la Copa Máster cuando empató 0-0 en el Defensores del Chaco ante Cruzeiro y perdió en la revancha en Belo Horizonte por 1-0.

En el 2002, el Decano ganó su tercera Copa Libertadores. En la ida y de local perdió 1-0 contra São Caetano. Sin embargo, en la revancha ganó en tiempo normal 2-1 y también en los penales por 4-2.

En el 2013, los franjeados volvieron a disputar otra final de Copa Libertadores frente a Atlético Mineiro. En Asunción ganó 2-0, aunque la Copa se le escapó en Belo Horizonte tras la derrota 2-0 en los 90 minutos y 4-2, desde los 12 pasos.

Al año siguiente, se jugó la 15ª final internacional, a nivel de clubes. Nacional realizó la hazaña de llegar a la final de la Libertadores, contra San Lorenzo de Almagro. En Asunción, La Academia igualó agónicamente 1-1, pero en la revancha cayó 1-0.

El antecedente más cercano data del 9 de noviembre del 2019, cuando Independiente del Valle de Ecuador venció por 3-1 a Colón de Santa Fe en la primera final única de la Copa Sudamericana, en la Nueva Olla justamente.

Fuente: Luis Irala - La Nación.