La temporada europea de Claudio Giráldez | OneFootball

Claudio Giráldez cumplirá este sábado ante el Real Valladolid su partido número 38 como entrenador del Celta. El técnico porriñés llegó al primer equipo en la jornada 29 de la pasada temporada, tras la destitución de Rafa Benítez, y dirigió al Celta en las 10 últimas jornadas del campeonato para salvar al equipo del descenso y en la presente temporada lo mantiene en una cómoda posición en la tabla clasificatoria, muy cerca de Europa y muy lejos del descenso.

Las cifras hablan por si solas. En sus primeros 37 partidos acumula 15 victorias, 8 empates y 14 derrotas. Con él en el banquillo el Celta ha sumado 53 puntos. En su primera “temporada” en el Celta sumará entre los 53 puntos que ya ha conseguido y los 56 que alcanzará si gana en Valladolid.

Esa horquilla de 53-56 puntos son cifras europeas. La pasada temporada el octavo clasificado fue el Villarreal con 53, y el séptimo el Betis con 57. En la 2022-23, Osasuna disputó la previa de la Conference League al ser séptimo clasificado con 53 puntos. El octavo fue el Athletic con 51. En la 2021-22 esta horquilla solo permitía ser octavo, con los 55 puntos que consiguió el Athletic, igual que en la campaña 2020-21 en la que el octavo fue precisamente el Celta con 53 puntos, a 5 puntos del séptimo clasificado. Con la plaza extra que puede tener esta temporada LaLiga Coudet hubiese metido al equipo en Europa.

Con 53 puntos logró clasificación europea el Espanyol en la Temporada 2018-19, y el Sevilla en la 2015-16 lo logró con tan solo 52, y siempre hablando de la séptima posición, y sin contar con la posibilidad de sumar otros tres puntos en el 38º partido de Claudio Giráldez, que se iría hasta los 56, cifras totalmente europeas.

Con buen criterio, Claudio Giráldez siempre elude hablar de Europa y se centra en el próximo partido. Hace bien, pero es que con estos resultados nos va provocando, y no es fácil quitarnos la ilusión, que él mismo nos ha infundido. Quedan once jornadas por delante, y no será para nada fácil, incluso aunque esa posible octava plaza europea abarate el billete. Habrá que luchar mucho para llegar, y existe la posibilidad de no lograrlo, pero la ilusión será inevitable.