Revista La Liga
·24 December 2024
Revista La Liga
·24 December 2024
El Manchester United no solo atraviesa una crisis deportiva que parece no tener fin, sino que ahora también enfrenta serios problemas estructurales en su estadio, Old Trafford. La temporada del club está siendo un auténtico calvario, con derrotas contundentes como el 0-3 ante el Bournemouth, y la reciente revelación de una serie de plagas y fallos en las instalaciones del icónico estadio.
A nivel deportivo, el equipo se encuentra en una situación crítica. Actualmente ocupa la decimotercera posición en la Premier League con 22 puntos, muy lejos de la lucha por el título. La mala situación en el campo no ha mejorado ni siquiera con el cambio de técnico, y la afición se ve cada vez más alejada de la esperanza de ver a su equipo regresar a la cima del fútbol inglés.
Pero los problemas no terminan ahí. Según una investigación del Daily Mail, una plaga de ratas ha invadido el recinto de los ‘red devils’. Los resultados de la inspección sanitaria han encontrado excrementos en una suite corporativa ubicada en la planta baja y en un puesto de comida dentro del estadio, lo que ha generado alarma sobre las condiciones de higiene y seguridad para los aficionados y empleados del club. Este hallazgo ha añadido una nueva capa de incomodidad a una situación ya crítica para el equipo.
Además, en la reciente rueda de prensa, el técnico portugués Rúben Amorim fue testigo de goteras en la sala de prensa, lo que dificultó el normal desarrollo de su comparecencia ante los medios. Los periodistas presentes no ocultaron su asombro al ver cómo el agua caía sobre las instalaciones del estadio, que debería ser uno de los más prestigiosos del fútbol mundial.
Estos incidentes han encendido las alarmas sobre el mantenimiento de un estadio que, históricamente, ha sido uno de los más emblemáticos del fútbol inglés. La combinación de la crisis deportiva y estos problemas estructurales está llevando al Manchester United a vivir uno de sus peores momentos en la historia reciente. Los aficionados, que ya sufren con los malos resultados en el campo, ahora deben enfrentarse también a la decepción de ver cómo su querido Old Trafford se ve afectado por estas plagas y averías.
Con el equipo buscando desesperadamente una recuperación, parece que las malas noticias no cesan para el Manchester United, que se encuentra atrapado en un ciclo de frustración y desazón.