Otro robo más: un gol del Real Madrid nació de un fuera de juego escandaloso | OneFootball

Como era de esperarse, la polémica estuvo a la orden del día en el partido entre el Real Madrid y la Real Sociedad por la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey 2024-2025. Los merengues rozaron un fracaso histórico después de que el conjunto 'txuri-urdin' diera vuelta al marcador global a falta de 10 minutos para el final del partido, pero la cabeza de Aurélien Tchouaméni salió al rescate.

Al minuto 86, el centrocampista francés conectaba un tiro de esquina enviado por Rodrygo al corazón del área y su testarazo se colaba en la portería de Álex Remiro, dándole la clasificación momentáneamente a los madridistas. Sin embargo, el córner nunca debió haberse lanzado porque nace de una jugada con fuera de juego posicional evidente y alevoso de Kylian Mbappé.

Luka Modric enviaba un pase en profundidad para aprovechar un desmarque de ruptura de Vinicius. En dicha acción, el delantero parisino, que está en posición adelantada por muchos metros, amaga con ir a por la pelota, pero posteriormente se queda parado sin tocarla una vez pasa a su lado.

Un robo más en el Bernabéu y van...

A pesar de que no hace contacto con el balón, la interferencia del futbolista es sumamente clara, ya que condiciona al defensor que le marcaba. Sin embargo, y como ha sido costumbre a lo largo de la historia en el Santiago Bernabéu, tanto el linier como el árbitro, Alberola Rojas, hicieron la 'vista gorda' y dejaron seguir la jugada, la cual terminó en córner a favor del Madrid y el posterior tanto de Tchouaméni.

Los futbolistas de la Real Sociedad, con especial protagonismo de Kubo y Oyarzabal, se lanzaron a protestar al cuarto árbitro, mostrándose muy enfadados con lo que había sucedida en dicha jugada, pero terminaron llevándose un desplante del colegiado, que se mantuvo firme en su insólita e inentendible postura.

Una jugada clave y controversial que pudo haber definido la eliminatoria antes de la prórroga, aunque Mikel Oyarzabal volvería a igualar todo en el descuento. Sin embargo, otro cabezazo, esta vez de Antonio Rüdiger, terminaba de darle la inmerecida clasificación a un conjunto merengue al que ni las rutinarias ayudas arbitrales pueden salvar de ser un absoluto desastre sobre el terreno de juego.