Un Real Madrid mediocre roza el ridículo y está en la final de Copa tras empatar con la Real (4-4) | OneFootball

Un Real Madrid lamentable se coló en la final de la Copa del Rey 2024-2025 por la 'ventana'. Los merengues regresaban al Santiago Bernabéu para medirse a la Real Sociedad por la vuelta de las semifinales de la competición y, pese a ser tremendamente inferiores a sus rivales, consiguieron la clasificación gracias a un gol 'in extremis' de Rüdiger para empatar el partido cuando todos los caminos llevaban a los penaltis (4-4, 5-4 global).

Los dirigidos por Carlo Ancelotti volvieron a demostrar dependen enteramente de las individualidades para conseguir resultados, puesto que a nivel colectivo son un absoluto desastre. Los merengues, nuevamente, mostraron un juego espeso y ramplón, y gracias a las desatenciones puntuales de su rival en defensa, lograron obrar el milagro y sellaron su pase a la final del torneo. Ahora esperan por Barça o Atlético de Madrid, que se jugarán el billete este miércoles en el Metropolitano.

Endrick rescató a un Madrid inferior en la primera mitad

Los primeros 45 minutos fueron de un ritmo frenético, con ambos equipos intercambiando golpes regularmente. Los merengues saltaron al césped del Santiago Bernabéu con sangre en los ojos, pero a pesar de su presión asfixiante sobre la defensa de la Real, su falta de armonía en ataque les impedía capitalizar su superioridad parcial.

Sin embargo, al minuto 7, Endrick levantaba a la grada con una jugada acrobática. El brasileño le ganó la partida a Zubeldia dentro del área 'txuri-urdin' y conectaba una gran chilena, pero el balón se fue cerca del palo, siendo este el primer aviso serio de los locales.

No obstante, serían los donostiarras quienes golpeaban primero. Los blancos se fueron diluyendo sobre el campo y los de Imanol Alguacil les castigaron a la contra al 16'. Pablo Marín peinó de cabeza y dejó todo el carril izquierdo libre para la carrera de Barrenetxea, que tras ganarle la espalda a Lucas Vázquez, definía de buena manera entre las piernas de un Lunin que poco pudo hacer para evitar la caída de su arco.

El Madrid sufría demás, pero logró reponerse al minuto 30, una vez más, en los pies  de Endrick. Vinicius enviaba un pase espectacular al espacio con el exterior de su pie derecho y habilitaba al ex del Palmeiras, que definió a la perfección con una vaselina para superar a Remiro y ponía tablas en el marcador.

El encuentro bajó las pulsaciones en la recta final de la primera mitad, pero al borde del descanso, Takefusa Kubo caía dentro del área y reclamaba un derribo de Vinicius Jr., que le sujetó a la carrera. Sin embargo, ni Alberola Rojas ni el VAR consideraron que la acción era punible, por lo que ambos equipos partían a los vestuarios con mucho por definir.

La Real Sociedad forzó la prórroga en un segundo tiempo electrizante

Al volver de los vestuarios, la Real dio un paso al frente en búsqueda del pase a la final. Los donostiarras se acercaban al área madridista con una facilidad pasmosa, pero sus delanteros no conseguían capitalizar sus oportunidades de cara a puerta. Sin embargo, al 69', Martín Zubimendi obligaba a Lunin a realizar una atajada milagrosa y en el rechace, libre de marca, Oyarzabal la manda a las nubes.

El cuadro 'txuri-urdin' se adueñó del partido y al minuto 72 conseguiría su recompensa. En una gran jugada individual, Pablo Marín se internaba al área merengue tras dejar en el piso a Camavinga y ponía un pase atrás que era desviado por David Alaba a su propia portería, igualando la eliminatoria momentáneamente.

La noche se ponía negra para los de Ancelotti al 80', cuando después de una gran jugada individual de Take Kubo, Mikel Oyarzabal remataba el pase atrás del nipón y, tras desviarse nuevamente en Alaba, el balón se colaba en el arco de Lunin. El Madrid estaba fuera y la Real era finalista.

Los merengues respondieron rápidamente. Apenas dos minutos después, Jude Bellingham igualaba el marcador global después de una buena acción de Vinicius Jr., y Aurélien Tchouaméni parecía sellar la clasificación de los merengues con un testarazo al 86. No obstante, Oyarzabal dejó claro que nada estaba dicho y, al 90+2, marcaba el tanto que ponía tablas en el global y enviaba el partido a la prórroga tras una segunda parte de infarto.

El Madrid evitó un fracaso histórico sobre la hora

Durante la prórroga, ambos equipos acusaron el brutal desgaste realizado durante los 90 minutos. El partido entró en una meseta en la que ninguno de los dos bandos generaba ni una sola jugada de peligro. Los blancos eran los que más lo intentaban, pero sus ofensivas eran estériles y no dispararon ninguna alerta en el área de Remiro.

Sin embargo, en el minuto 115, cuando los 22 jugadores que estaban sobre el terreno de juego del Bernabéu apenas podían levantar las piernas y todo indicaba que la serie de definiría desde los once metros, Antonio Rüdiger se elevó por los aires del feudo merengue y conectaba un centro preciso de Arda Güler para darle el pase a la final a un Madrid que, a pesar de su pobreza futbolística, espera al FC Barcelona o al Atlético de Madrid en la última instancia del torneo copero.

Ficha técnica del partido: