Madrid-Barcelona.com
·7 de enero de 2025
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No es que Joan Laporta saque de quicio a los que le quieren mal. Incluso los suyos le piden que se vaya. Es el caso de Jaume Giró, el hombre de confianza con el que afrontó las últimas elecciones.
48 horas después de la victoria electoral, Jaume Giró dimitió. El Laporta ya presidente era una persona muy diferente al Laporta candidato que conoció. Y se fue.
Giró iba a ser el número dos, el hombre fuerte de las finanzas, el encargado de devolver al Barça al buen camino financiero. En campaña electoral, cuando había un debate para hablar de economía, Laporta le enviaba directamente a él, su número dos.
Pero se fue Giró, se fue el CEO, se fue el director general, se fue el director de operaciones...
Y ahora el Barça se gobierna, en modo empresa familiar, en función de los deseos de su presidente siempre aplaudidos y ovacionados por su grupo de palmeros incondicionales.
Giró (a su izquierda) fue clave en la victoria electoral de Laporta | MB
Jaume Giró fue la primera gran mentira del segundo mandato de Laporta. Para justificar su dimisión, Laporta dijo que le había salido trabajo en Londres y que no lo podía compaginar con el Barça.
Apenas una semana después fue nombrado conseller del Govern de la Generalitat. Y del trabajo en Londres nunca más se supo. Lo cierto es que a Giró le quedaron muy malas sensaciones de sus 48 horas como vicepresidente económico del Barça.
Y lo ha expresado en un artículo publicado por el diario Ara:“No falta mucho para que el Barça sea el hazmerreír de todo el mundo, si no lo es ya”.
Y atiza con fuerza a su antiguo amigo Joan Laporta: “Estamos en manos de unos funambulistas que pronto serán payasos”, denuncia, mientras ve el Barça como "un circo".
Giró añade: “La pesadilla de cualquier comediante ante un auditorio es querer hacer reír. Pero hay algo todavía peor: un actor dramático que quiere hacer llorar, pero hace reír.
El Barça empieza a parecer un club que, instalado en la tragedia, empieza a escenificar una farsa. No falta mucho para que el Barcelona sea el hazmerreír de todo el mundo, si es que no lo es ya”.
“Si en vez de ser un club de fútbol, el Barça fuera un circo... Nos pondríamos las manos en la cabeza viendo que los malabaristas y funambulistas han cogido la dirección de la empresa.
Giró era el encargado de resolver el problema económico del Barça. Solo duró dos días. 🇺🇸 | MB
Convencidos de sus habilidades, aplican a la gestión las mismas habilidades que dominan: caminan sobre la cuerda floja sin red, sin barra estabilizadora y, lo que es peor, sin equilibrio”.
“Si las cosas siguen así, dejaremos de hablar de malabaristas y empezaremos a hablar de payasos.
El círculo que un día fue virtuoso apunta ahora hacia un abismo con los restos de que no se podrá hacer ni una tortilla”.
Giró califica al Barça actual como “un club de broma”. Y lo justifica: “El Barça es más que un club, en buena parte, porque Catalunya es menos que un estado.
Pero si el Barça, sigue empeñado en mostrarse al mundo como menos que un club, la imagen del club y de Catalunya quedará terriblemente dañada”.