Álex Baena, un mago en territorio desconocido | OneFootball

El proceso que siguen los futbolistas para llegar al primer escalón se tiende a infravalorar, fruto de la considerable recompensa de ser profesional. Sin embargo, algunos de los grandes jugadores que ahora brillan en la élite han tenido que sacrificar un trozo de su infancia por cumplir un sueño que atañe a toda una familia. La captación de jóvenes talentos por parte de las grandes canteras ha ocasionado que muchos niños se marchen de sus hogares a una edad demasiado prematura, como le sucedió a Álex Baena. El centrocampista emigró a los once años de su Roquetas de Mar natal a Villarreal, donde se ha consolidado como uno de los mejores futbolistas de la Liga.

A pesar del éxito reciente del jugador andaluz, su acoplo a la cantera ‘grogueta’ no fue para nada sencillo. “En el viaje de Almería a Villarreal se puso a llorar y me dijo: ‘No quiero ir, ¿qué voy a hacer allí solo?’ Hemos sufrido mucho, pero lo volvería a hacer”, recordó Sara Rodríguez, madre del futbolista, en una entrevista para el canal oficial de la Liga. Baena, que aseguró que al principio llamaba a su progenitora más de diez veces al día, explicó que estuvo cerca de desistir. “Muchas veces le decía que me hacía la maleta y me volvía, pero ella me medio obligaba a perseguir mi sueño”, mencionó el roquetero a Relevo.

Aunque sus primeros meses en tierras castellonenses fueron convulsos, el Villarreal siempre lo arropó, especialmente José Manuel Llaneza, histórico vicepresidente del conjunto ‘groguet’. El exdirectivo ya intuía todo el potencial que tenía el andaluz cuando aterrizó en la cantera. “Baena siempre ha predicado que el Villarreal es el club de su vida y mucha parte de culpa de dicha afirmación la tiene Llaneza, que se centraba mucho en su adaptación a la ciudad y al club. Fue un pilar fundamental para el centrocampista”, explica a Panenka Pablo Casado, periodista que cubre la actualidad del conjunto castellonense.

El jugador de 23 años, unos días después del fallecimiento del vicepresidente, le dedicó un tanto ante el Almería que le ocasionó la expulsión por doble amarilla, pues se levantó la camiseta cuando ya estaba amonestado. La roja era lo de menos, Baena necesitaba homenajear a su gran valedor. Asimismo, también redactó una carta de despedida en recuerdo a Llaneza. “Me acuerdo de ti cada vez que me pongo la camiseta del Villarreal. En todos estos años que llevo aquí he conocido a mucha gente que me ha ayudado, pero tú has sido especial”, escribió el internacional español.

Siete años después de recalar en la cantera del Villarreal, el centrocampista debutó con el primer equipo del ‘Submarino Amarillo’ en la temporada 2019-20 contra la Real Sociedad. En la siguiente campaña no jugó tanto como deseaba, solo 20 partidos, aunque se proclamó campeón de la Europa League, en la que disputó nueve encuentros. La escasa participación con los castellonenses originó su salida rumbo a Girona, en la temporada 2021-22. En su estancia en Montilivi, Baena tenía miedo de revivir los fantasmas del pasado y volver a residir solo en una ciudad que no conocía. Sin embargo, en esta nueva aventura le acompañó su hermano Miquel, que estudió fisioterapia para ayudar a Álex a conseguir su sueño de ser futbolista.

Su estadía en tierras catalanas resultó muy productiva, puesto que anotó cinco goles y repartió seis asistencias en 42 partidos. El jugador andaluz, que la considera “la mejor decisión” que ha tomado junto con su familia, se topó con Míchel, entrenador que fue “un punto de inflexión” en su carrera. La campaña terminó por todo lo alto, ya que el club gerundense acabaría ascendiendo a Primera División con Baena como uno de los grandes referentes. “En Girona creció en inteligencia y lectura de juego. Sin embargo, en la pretemporada posterior a su cesión se le notó una madurez futbolística que no se le había visto hasta ese momento”, menciona Casado.

Pese a que el Girona quería prolongar la cesión un año más, Unai Emery tenía muy claro que el roquetero iba a ser una pieza indispensable en el centro del campo. “Emery le hizo debutar y fue el primer entrenador en confiar en sus posibilidades”, cuenta el periodista que cubre la actualidad del ‘Submarino Amarillo’. Aunque la etapa del entrenador vasco terminó antes de lo previsto, el futbolista andaluz derribó la puerta del primer equipo con 12 goles y tres asistencias en 48 partidos.

No obstante, su mejor campaña hasta ahora tuvo lugar en la 2023-24, especialmente a partir del desembarco de Marcelino en el banquillo ‘groguet’, en noviembre de 2023. “Marcelino le ha dado unos galones y le ha ayudado a alcanzar la regularidad durante la temporada. Además, le ha dotado de cierta libertad en el terreno de juego con esa posición de falso extremo por la izquierda. Gracias a ese cambio, Baena ha empezado a ser decisivo”, analiza Casado.

Aunque menguó su productividad goleadora, pues anotó cinco dianas en 45 encuentros, se estableció como uno de los mejores pasadores del planeta. Además de ser el futbolista con más asistencias de la Liga, fue el segundo máximo asistente de las cinco grandes ligas en el año natural 2024 con 15 pases de gol, solo por detrás de Mohamed Salah, con 16. Asimismo, el roquetero es el primer jugador que ha generado más de 100 ocasiones de gol en un año en la competición doméstica desde que lo hiciera Leo Messi en 2017.

Sus dos grandes años en el Villarreal le han llevado a enfundarse la elástica de la selección española, con la que ya ha ganado dos torneos de prestigio, ambos este verano. En julio se proclamó campeón de Europa con la ‘Roja’, pese a solo disputar 25 minutos en toda la competición. Un mes más tarde, el jugador andaluz conquistó el Oro en los Juegos Olímpicos de París, en los que fue crucial con dos dianas, una de ellas en la final ante Francia, y una asistencia en cinco duelos. Su doble corona veraniega lo convirtió en uno de los tres futbolistas que han conquistado en un mismo año la Eurocopa y las Olimpiadas. El objetivo ahora del roquetero es adquirir mayor importancia en la selección, pese a la cantidad de efectivos que cuenta la ‘Roja’ en la posición de centrocampista. “Le veo como un fijo en las convocatorias y uno de los jugadores 12/13 de Luis de la Fuente. Su posición ideal sería la que ocupa Dani Olmo, aunque demostró en los Juegos Olímpicos que de pivote también cumple de manera excelente”, declara el periodista castellonense.

Baena es santo y seña del Villarreal, el eje del equipo ‘groguet’ y una pieza fundamental para Marcelino, como demuestran sus cuatro goles y seis asistencias en solo 16 partidos esta temporada. El éxito del roquetero se fomenta en su talento, pero también en su remarcado carácter. A pesar de ser una persona introvertida fuera del campo, dentro del terreno de juego se transforma. “Mi carácter me hace estar más concentrado. Es mi esencia, si me apartase de eso no sería el mismo jugador que ahora”, reconoció a Relevo.

El ‘16’ es un futbolista diferente. Alguien capaz de repartir regalos como un rey mago y de disparar desde fuera del área como un francotirador. Un jugador único que se coció a fuego lento en Villarreal, alejado del mundo que le vio crecer. José Manuel Llaneza vio en él un talento innato y ahora el mundo del fútbol disfruta de sus encantos.

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Fotografía de Getty Images.