
La Galerna
·7 de abril de 2025
Americanización del VAR en el fútbol

La Galerna
·7 de abril de 2025
A estas alturas de la película resulta más que evidente afirmar que el VAR es una herramienta imperfecta. No la tecnología en sí misma, sino la intervención humana a la hora de manejarla. Un aspecto novedoso en su día que nació con la honorable pretensión de mejorar la justicia en este deporte solo lo ha conseguido en ciertos detalles, al menos en mi modesta opinión. Como cualquier sistema, siempre existe la necesidad de evolucionarlo y mejorarlo hasta alcanzar un nivel lo suficientemente elevado como para contentar a la mayoría de los actores involucrados en este negocio llamado futbol, desde clubs, entrenadores, directivos, jugadores o aficionados, hasta periodistas y sesudos analistas, sin olvidar, naturalmente, a los propios árbitros. Y decimos mayoría porque, queramos o no, siempre quedará un grupo de irreductibles galos que se opondrán y resistirán ante todo lo que tenga que ver con la evolución en este juego.
Desde hace años he venido pensando que quizá el fútbol debería fijarse en el modelo del deporte americano a la hora de implantar ciertas mejoras, no en reglamento, aunque sí en el videoarbitraje. Intentaré en las próximas líneas explicar algunos aspectos a tener en cuenta, poniendo como modelo principal la NBA, la competición que mejor conozco de entre las grandes ligas profesionales de Norteamérica.
1.- Coach challenge. Tendría como traducción algo así como “desafío del entrenador”. Desde que la NBA implantó la revisión de ciertas jugadas en 2019, este ha sido el principal elemento transgresor a todo lo reinante anteriormente. Un equipo (el entrenador como portavoz e impulsor) puede desafiar una decisión de los oficiales. Y esto es algo a tener muy en cuenta, no se trata de una “no decisión”. Por aclarar, se puede desafiar una falta señalada, no una no señalada. Si se implantara en el fútbol, por poner un ejemplo muy claro, el Real Madrid no habría podido pedir la revisión del más que evidente penalti a Vinicius en Pamplona este año, porque el árbitro no pitó nada. Sin embargo, el Leganés sí habría podido solicitar la revisión del penalti que pitaron en su contra en el Santiago Bernabéu el día 29 de marzo. Por lo tanto, yo abogaría por su existencia en ambos casos.
2.- Comunicación con el público. En la NBA y en la NFL tenemos la imagen muy presente del jefe de los oficiales dirigiéndose a los espectadores (tanto presentes como televidentes) micrófono en solapa, para explicar una decisión tomada después de una revisión exhaustiva. Esto mejoraría mucho la impresión que la gente tiene del estamento arbitral, en especial cuando explicaran el enrevesado reglamento relativo a los penaltis por mano. Ni que decir tiene que existirían detractores furibundos a esta práctica, panenkitas irredentos que desearían que las porterías volvieran a los postes rectangulares de madera y que el fútbol se disputara como en 1880.
3.- Este no es un aspecto puramente relativo al videoarbitraje, pero viene también bastante al caso. En la actualidad, los árbitros adscritos a un colegio autonómico no pueden por ley dirigir partidos donde intervenga un equipo de su misma autonomía. En la NBA este absurdo se eliminó hace mucho tiempo. Un oficial nacido en Boston tiene la potestad de dirigir a los Boston Celtics sin ningún problema. Supongo que las suspicacias están interiorizadas de tal manera que resulta imposible eliminarlas.
Desde hace años he venido pensando que quizá el fútbol debería fijarse en el modelo del deporte americano a la hora de implantar ciertas mejoras, no en reglamento, aunque sí en el videoarbitraje
En resumen, no me considero más que un aficionado raso, alguien que con el tiempo ha ido perdiendo interés en este deporte a pasos agigantados porque no me gusta en lo que se está convirtiendo. Sin embargo, opino que la implantación de estas medidas ayudaría sobremanera a que la inalcanzable justicia absoluta fuera un poco menos inalcanzable. Y, lo que es más importante, abogaría por darle mucha más responsabilidad al equipo de colegiados de campo, y que los de VAR fueran más apoyo y menos fiscalizadores de su cometido. Es decir, dejar a las máquinas que determinen las jugadas de línea de gol y fuera de juego semiautomático, y que el árbitro de campo ejerciera su labor como antaño, siendo asistido solo en los desafíos de entrenador de los que hablamos antes. ¿Utopía? No necesariamente. Un amigo exárbitro que conoce muy bien los intríngulis del video arbitraje en España nos ofrece su particular versión de los hechos, y en qué situación se en encuentra el VAR en la actualidad con respecto a los puntos tratados:
1.- Coach challenge. El Protocolo del VAR impide actualmente las solicitudes de los entrenadores. Como todas las jugadas se chequean por un árbitro de VAR, no se pensó en que fuera necesario. Es más, el propio protocolo indica que: "Dado que los VAR chequean automáticamente todas las situaciones o decisiones, no es necesario que los entrenadores o jugadores soliciten una revisión”. Sin embargo, FIFA está ahora probando una modalidad de VAR light, o VAR para competiciones con bajos presupuestos, donde no se crea un gran infraestructura y es el árbitro el que realiza las revisiones en el monitor a pie de campo a petición de los entrenadores, que tendrían dos solicitudes "challenges" por partido. Si el entrenador solicita una revisión y el árbitro cambia su decisión, mantendría la solicitud, y la perdería en caso contrario, como se hace en tenis. Esta tecnología se llama Football Video Support (FVS) y ya ha sido probada en la Copa del Mundo Femenina Sub-17 en República Dominicana, en el otoño del año pasado. En España, se está estudiando en estos momentos la posibilidad de incorporarlo en Primera División Femenina.
2.- Comunicación con el público. FIFA ya ha probado el uso de micrófonos conectados con la megafonía del estadio para que el árbitro, al finalizar una revisión en el monitor a pie de campo, comunique la decisión que ha tomado. Ya se ha utilizado en la Copa del Mundo Femenina en Australia y Nueva Zelanda de 2023 y algunos países lo están implementando: en Portugal y EE.UU empezaron en verano de 2024, Inglaterra y Alemania han comenzado hace un par de meses, aunque no en todos los partidos. Probablemente el CTA lo incorpore la temporada que viene si todos los estadios son capaces de retransmitir el sonido.
3.- No territorialidad. El CTA lleva reclamando esto desde hace muchos años, pero los equipos no hacen más que fijarse en el comité de origen de los árbitros. En 2019 se eliminó de las designaciones públicas el comité de origen, puesto que se supone que son todos "nacionales" y pertenecen a la RFEF, pero aun así los clubs siguen en sus trece.
Ya como conclusión final, podemos afirmar que los errores seguirán cometiéndose, no existirá una justicia absoluta, y las suspicacias persistirán mientras el fútbol levante las pasiones que siempre ha levantado. Sin embargo, es labor de todos el cambiar a todos los niveles la percepción de que no se puede mejorar. ¿Es la americanización del fútbol la solución? Quizá el tiempo nos resuelva esta disyuntiva pronto.
Getty Images
En vivo