Appiah, de Tenerife… ¿a Málaga? | OneFootball

Llegó siendo extremadamente joven a España y con una pesada mochila a sus espaldas: su elevadísimo precio para ser un futbolista adquirido por un equipo de la Segunda División española. Arvin Appiah no parece haber superado esa pesada carga y es que, camino a su cuarta temporada en España, no ha logrado asentarse en ninguno de los destinos en los que la UD Almería ha tratado de otorgarle precisamente para su crecimiento. Ni Lugo, ni la misma Almería, ni Tenerife. Ahora regresa al club andaluz, que no parece dispuesto a dejarle marchar cedido a tierras británicas, sino que continúa buscando que crezca y encuentre su sitio en España. Aún no le han perdido la fe.

Un joven extremo muy frágil e irregular

Appiah goza del privilegio de las cualidades físicas portentosas. Se trata de un futbolista explosivo, con una arrancada endiablada y un desequilibro que se atisba aunque no termine de explotar. Sus detalles de calidad se muestran a cuentagotas pero, cuando lo hacen, aparenta ser aquello que debió ver el Almería cuando se decidió a pagar alrededor de 8 millones de euros para hacerse con él. Si bien en Lugo su inadaptación fue total, a su regreso a Almería tuvo algún brote verde, aunque, como siempre, de forma irregular y discontinua. Juan Carlos Cordero también confío el pasado verano y se hizo con su cesión hasta final de temporada. Pero no se cumplirá, no. Regresa a su club de origen al haber dejado tras de sí un nuevo rastro de decepción y fragilidad emocional.

Así, ahora el futbolista tendría una oferta para regresar al fútbol británico, aunque el Almería, como decíamos, prefiere volver a intentarlo en territorio nacional. Al fin y al cabo, la idea del club es la de aprovechar un talento en el que aún tienen esperanza, fe. Y el interés del Málaga CF en él para reforzar una posición que tiene tan descubierta convierte a la ciudad de la Costa del Sol en el destino perfecto para satisfacer las exigencias tanto de los indálicos como del propio jugador, que tendría otra oportunidad y previsiblemente con muchos minutos para tratar de dar el salto que esperan de él. Tan sólo tiene 21 años y condiciones de sobra. A estas alturas, ya toca sacarles rendimiento.