Borja Sainz y el nuevo futbolista español | OneFootball

El fútbol español siempre se ha caracterizado por ser una mina de jugadores técnicos con balón, que marean a los rivales en la zona de creación sin la necesidad de hacer bicicletas y que marcan el ritmo del choque mediante largas posesiones en las que el esférico se mueve más rápido que los ojos del espectador. Pero últimamente, aunque los mediocentros virtuosos siguen apareciendo, en España está surgiendo un prototipo de futbolista en peligro de extinción: los extremos desbordantes capaces de desequilibrar un partido en cuestión de segundos. Lamine Yamal, Nico Williams, Bryan Zaragoza, Raúl Moro, Bryan Gil, Yeremay Hernández o Borja Sainz son algunos de los muchos ejemplos. Quizá este último sea un desconocido para el gran público, pero su nombre resuena con fuerza en todos los estadios de la segunda división inglesa.

El jugador nacido en Leioa, formado en el Athletic Club y el Alavés, se desenvuelve por la banda izquierda, a pesar de ser diestro. Además de ser un hábil regateador, tiene un gran disparo desde fuera del área, y sus cifras goleadoras van en aumento año tras año. El extremo del Norwich, de 23 años, es el máximo goleador de la Championship con once goles en 16 partidos. Solo Haaland y el excanterano del Barça Louie Barry acumulan más tantos que él en el fútbol profesional inglés. Sin embargo, su adaptación a las islas no fue sencilla. Nada más aterrizar en Carrow Road, en agosto del 2023, sufrió una lesión de tobillo que le alejó tres meses de los terrenos de juego. Como consecuencia, su primera titularidad tardó en llegar. Debutó en el once inicial el 13 de diciembre ante el Sheffield Wednesday, donde dejó grandes sensaciones, con gol y asistencia incluidos. Desde entonces, se ha convertido en el baluarte de los ‘Canaries’. Más allá de sus cifras en este inicio de curso, la temporada pasada ya perforó en ocho ocasiones la portería rival, y fue primordial para que el Norwich accediera a la promoción de ascenso, donde cayó en las semifinales contra el Leeds United.

La carrera de Borja no se entiende sin el papel de su familia, muy conectada al fútbol. Su padre, Iñaki Sainz, conocido futbolísticamente como ‘Navarro’, defendió los colores del Eibar en Segunda División, entre el 1991 y el 1994. Su tío, Carlos García, también se vestía de corto, y llegó a disputar 264 encuentros oficiales con el Athletic Club, ocho de ellos en la Champions League. El actual futbolista del Norwich reconoció la importancia de ambos en su devenir como jugador profesional. “Me han metido caña, pero es lógico. Se han preocupado para que diera el máximo y me han enseñado que el esfuerzo no se negocia, que hay que dar el 100% siempre. Son y serán siempre mis referentes”, desveló en una entrevista a Marca.

Antes de consolidarse en la segunda categoría del fútbol inglés, Borja recorrió un camino repleto de adversidades que empezó en el Deportivo Alavés. El vizcaíno recaló en la cantera vitoriana con 16 años, después de no renovar su contrato con el Athletic Club. Los bilbaínos, con los que llevaba desde alevines, le ofrecieron un contrato de siete años, pero con la posibilidad de romper el acuerdo a final de cada temporada. Borja no aceptó la oferta y emprendió una nueva aventura. En Mendizorroza se convirtió, en el año 2019, en el primer futbolista nacido en el siglo XXI que disputaba un partido con el conjunto ‘babazorro’, cuando saltó al césped frente al Espanyol con 18 años. Aun así, en las dos temporadas con el ‘Glorioso’, nunca demostró el nivel que se le presuponía. Disputó 40 encuentros en Primera División, solo siete de ellos como titular. “El segundo año en el Alavés me costó más. Ahí ya no eres el chaval que sube del filial, toca demostrar que tienes que estar ahí. Estábamos al borde del descenso, hubo cambios de entrenadores… Era difícil confiar en los chavales”, explicó a Relevo. En el Zaragoza, en la temporada 2021-22, tampoco explotó sus virtudes. “El año del Zaragoza yo venía del Alavés para sumar minutos y me estanqué. El fútbol es así, a veces no te sale todo o no le gustas al entrenador”.

La irregularidad en el fútbol español le llevó a tomar una decisión arriesgada, pero que a la postre le sirvió para relanzar su carrera: firmar por el Giresunspor turco. “Llegaron varias ofertas, una de ellas de Turquía, y pensamos que era el mejor destino. Tenía ganas de salir de España y vivir una experiencia fuera”, comentó a Marca. No obstante, allí vivió “el peor momento de su vida”. En febrero de 2023, cuando residía en el país otomano, se produjo un terremoto que causó la muerte de 43.550 personas. Pese a estar a 600 kilómetros del epicentro del seísmo, vivió minutos de mucha tensión. “Hemos notado una réplica y hemos pasado un momento de angustia. Se movían las camas, la televisión y la lámpara. Nos asustamos porque no sabes cómo reaccionar, te quedas en shock”, explicó en la SER. A nivel futbolístico, Borja deslumbró en la SüperLig, pues fue uno de los hombres del campeonato, con nueve goles en 32 partidos. Sin embargo, colectivamente el equipo descendió de categoría, a pesar del gran hacer del futbolista español. El extremo vizcaíno, con el descenso del Giresunspor, rescindió su contrato y, aunque tenía ofertas para regresar a España, se decantó por el Norwich. “Siempre he querido venir a Inglaterra. Mi sueño es jugar en la Premier y trabajo cada día para lograrlo”, mencionó el jugador de 23 años. El camino de Borja para asentarse en el fútbol profesional no ha sido fácil, pero parece que por fin se ha consolidado. Su deseo de jugar en la primera división inglesa se hará realidad más pronto que tarde. Mientras tanto, el nuevo ídolo de Carrow Road seguirá perforando las porterías de la Championship.

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Fotografía de Getty Images.