
La Galerna
·18 de mayo de 2025
Carletto “el Incomprendido”

La Galerna
·18 de mayo de 2025
De los mismos creadores de Luis “el Breve” y Alejandro “el Magno” llega ahora Carletto “el Incomprendido”.
Que fácil es hacer leña de un árbol caído, y si este árbol es una secuoya milenaria, más fácil aún, porque hay materia prima para sacar más leña, más muebles, incluso más mondadientes.
No deja de sorprenderme cómo el vinagrismo digital madridista se apodera de las redes y termina creando un relato tan bajo y mezquino como el que he visto en las últimas semanas, justo cuando el Real Madrid ha perdido los partidos más importantes del año. No se trata solo de perder, sino que aquí entran las formas, y dentro de las formas se van arrejuntando las emociones, el odio y la esquizofrenia.
La temporada pasada se ganó todo, fuimos felices y lo supimos. Nos cansamos de celebrar, cantar, opinar y creernos —de verdad— que el Real Madrid es el mejor equipo de este siglo. Carletto daba lecciones a sus colegas, Carletto se inventó la posición de Bellingham, Carletto potenció la figura de Joselu, Carletto logró una temporada soñada a pesar de las múltiples lesiones, Carletto, Carletto... No hubo espacios para dudas, para recriminaciones por haber confiado poco en la cantera. No hubo reclamos por poner a los mismos de siempre. El estado físico era muy potente en mayo, el buen rollo en el vestuario, la planificación deportiva fue excelsa, solo hubo alabanzas y créditos infinitos. Un grueso colchón, digamos.
Apenas unos meses después comenzaron a suceder cosas normales dentro de la dinámica de cualquier club de fútbol: algunas lesiones graves, un gran fichaje, un par de salidas, etc. Unas planificadas y otras meros accidentes lamentables. También debemos añadir que la plantilla “se cansó de ganar”. Igual que las dinámicas negativas se intentan eliminar o reducir, las dinámicas positivas se agotan, se pierde un poco la ilusión de ganar. El triunfo se convierte en un lugar común, en algo conocido, bello —por demás—, pero ya no es esa conquista de la mujer más guapa de la cuadra. Ya se salió con ella, ya se le invitó a cenar y ya se conquistó varias veces. Podríamos decir que ya fuimos presentados en la cena familiar. Es lo normal, es lo lógico, es una condición humana, por más que nos enfrasquemos en creer que los jugadores y técnicos del Real Madrid son dioses mitológicos, inmunes a los vaivenes emocionales de la vida deportiva.
Adicionalmente, los equipos contrarios se prepararon especialmente para enfrentar al omnipotente Real Madrid. Lo más común era ver a la gran mayoría de rivales defendiéndose con diez jugadores atrás del balón, dos líneas muy juntas de cinco defensas y cuatro medios, dejando muy poco espacio para pases filtrados o internadas en el área, teniendo el Madrid que bascular y bascular eternamente buscando un resquicio, lo que definitivamente desgasta tanto a jugadores y técnicos como al público. Los modelos se agotan. Las ideas no surgen. Es lo normal. Es lo lógico.
Estoy total y absolutamente convencido de que Carletto hizo todo lo posible con las herramientas que tenía para traernos más títulos y más alegrías en esta temporada. Es el primer interesado en ganar partidos, su sueldo y prestigio dependen de ello. Además, todos sabemos que el bueno de Ancelotti tiene la experiencia como jugador, el conocimiento teórico para ser entrenador, tiene el culo plano de tanto banquillo y además posee un carisma tremendo, capaz de entender y gestionar egos y emociones de jugadores élite.
Hay una frase del poeta Rafael Bielsa que a mi parecer describe algo de la personalidad de Ancelotti: “La terquedad es persistir en el error, la tenacidad es persistir en el deseo”
Pero es que además siempre se nos olvida algo, Carlo pasa incontables horas conviviendo con los jugadores. Sabe perfectamente cómo es su estado de ánimo, sabe si durmió bien, si entrenó bien entre semana, si tiene alguna ligera indigestión previa al partido. La mayoría de nosotros juzgamos sus alineaciones según el desempeño de los futbolistas en el último partido, es la única información que manejamos, información incompleta porque apenas son noventa o menos minutos, comparado con el tiempo de entrenamiento, viajes, comidas, charlas técnicas, etc.
Si Carletto no le dió más minutos a Arda Güler más temprano en la temporada es porque consideraba que todavía no estaba como para un partido importante o para liderar el día a día del Real Madrid. Sí, yo también estoy encantado con Güler, yo también le veo como un bastión del centro campo madridista en los años que vienen, pero el domingo pasado se evidenció que en un partido grande la pelota le quema en los pies. Igual ha pasado con Endrick. El tiempo terminó dándole la razón a Ancelotti, pero nadie habla de ello. Ya el desgaste es de lado y lado.
También ha sido muy criticado por mantener el 4-3-3, pero tal como decía Zidane, “eso de 4-3-3 o 4-4-2 es solamente un dibujo”, el fútbol de hoy en día requiere de un dinamismo tremendo, requiere de esquemas muy flexibles, diferentes según la coyuntura y el contexto, si estás defendiendo, si estás atacando, si es el minuto 8 o el 89, si estás jugando contra el City una semifinal o contra el Albacete en la Copa del Rey.
Las lesiones en defensa y la llegada de Mbappé requirieron cambios estructurales de la forma de jugar y plantear los partidos. Un jugador como Kylian —con un peso específico tremendo— necesita espacios y libertad, necesita un entendimiento perfecto con los extremos para no chocarse (como pasó varias veces). Eso no se logra en días, quizás ni en meses. Hablamos de decisiones que deben tomarse en microsegundos, que se practican muchas veces en Valdebebas, que requieren automatismos y cambios. Con todo eso, Mbappé ha sido capaz de liderar el pichichi a falta de 3 jornadas. Eso, eso también es mérito de Carletto, que quizás rinda más frutos deportivos la temporada que viene cuando tengamos una defensa más sólida y estemos en las manos de Xabi Alonso, pupilo de Carletto, por cierto.
Los insultos al entrenador más ganador en la historia del Real Madrid (lo que ya es mucho decir) están siendo muy exagerados. Yo solo espero que el homenaje que se le dé a Carlo Ancelotti en la última jornada sea acorde a su incomparable palmarés deportivo, pero también a su aguante, estoicismo y tenacidad.
Hay una frase del poeta Rafael Bielsa que a mi parecer describe algo de la personalidad de Ancelotti: “La terquedad es persistir en el error, la tenacidad es persistir en el deseo”.
Te queremos, Carletto.
Getty Images
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