Stats Perform
·11 de agosto de 2019
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·11 de agosto de 2019
La Selección argentina Sub 23 se colgó la medalla dorada en los Juegos Panamericanos Lima 2019 tras golear 4-1 a Honduras en la final. Si bien el equipo que dirige Fernando Batista tuvo varios nombres que se destacaron, sin dudas la gran revelación fue el jugador del que la mayoría, antes del torneo, sabía muy poco o nada: Carlos Valenzuela, el número 7 argentino que juega como un 10, apareció cuando más se lo pedía el partido para destrabar el empate y abrir el camino hacia la aplastante victoria albiceleste.
El mediocampista ofensivo que había hecho un golazo de tres dedos frente a Panama y que también picó el penal contra Uruguay en las semifinales apareció esta vez en el choque decisivo y, al igual que durante todos los Panamericanos, demostró que no fue casualidad que haya sido el goleador y la figura absoluta de Barracas Central en su consagración como campeón 2018/19 de la Primera B, la tercera división del fútbol argentino.
Al tratarse de un jugador del Ascenso, su presencia en la lista de convocados sorprendió a más de uno. Sin embargo, ante la postura de varios clubes de Primera División que se negaron a ceder a sus futbolistas, al entrenador Batista no le quedó otra opción que buscar alternativas y apostar. Y Valenzuela fue un pleno.
Después de gritar 20 goles en 37 partidos en el club del Chiqui Tapia, Chiche, que hizo todas las divisiones inferiores y hasta llegó a debutar en Racing (ante Independiente, en un Torneo de Verano) y que tuvo un breve paso a préstamo por Nueva Chicago, se ganó la convocatoria y la aprovechó con creces: marcó 4 tantos en 5 encuentros, se colgó la medalla de oro y volvió a ratificar, al igual que durante la última temporada, que en Avellaneda tal vez se equivocaron al dejarlo libre a mediados del 2018.