Revista La Liga
·6 de noviembre de 2024
Revista La Liga
·6 de noviembre de 2024
En un partido que pasará a la historia por un hecho insólito, el Club Brujas logró una heroica victoria ante el Aston Villa, arrebatándole el invicto y la cima de la clasificación en la fase de grupos de la Champions League. El único gol del encuentro llegó desde los once metros, tras una mano de Tyrone Mings dentro del área que dejó atónito al arquero argentino, Emiliano Martínez.
La jugada que definió el encuentro se produjo en el segundo tiempo. Tras un saque de Martínez, en una absoluta desconcentración Mings paró el balón con su mano cuando se encontraba dentro del área. El árbitro no dudó en señalar el punto penal. Hans Vanaken fue el encargado de ejecutar la pena máxima y no falló, colocando el balón fuera del alcance del arquero argentino.
Con este resultado, el Aston Villa, que llegaba al encuentro como líder invicto cayó al octavo lugar con 9 puntos en cuatro jornadas. Por su parte, el Club Brujas sumó tres puntos importantes y alcanzó los 6 puntos en la tabla de posiciones.
Jhon Durán,, ingresó al terreno de juego al minuto 57 en busca de revertir la situación para su equipo, pero no pudo evitar la derrota. A pesar de su esfuerzo, el Aston Villa no encontró la fórmula para vulnerar la sólida defensa belga.
La acción del penal cometido por Tyrone Mings generó un gran revuelo en las redes sociales y entre los aficionados al fútbol. La acción es bastante infantil y pocas veces vistas en el fútbol de élite. Sin embargo, el reglamento es claro y la mano dentro del área es sancionada con penal.