FUTBOLARGENTINO.COM
·6 de diciembre de 2024
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Foto: EFE
Inter Milán superó este viernes con autoridad al Parma (3-1) en San Siro, en un duelo que decidieron Marcus Thuram y dos maravillas a cargo de Federico Dimarco y de Nicolo Barella para mantener el igualado pulso en los primeros puestos de la Serie A. Condicionado por no haber podido terminar el duelo ante el Fiorentina debido al colapso de Edoardo Bove sobre el terreno de juego, el Inter llegó algo más alejado del liderato a esta jornada. Estaba obligado a ganar y el Parma, que llegaba de golear al Lazio, sufrió la autoridad del campeón, intratable en un partido que dejó un dato curioso: Thuram, delantero francés, marcó al equipo de la ciudad en la que nació hace 27 años, pues su padre Lilian jugaba en la época en el equipo de la Emilia-Romaña. En San Siro solo hubo un equipo que gozó de ocasiones claras. Fue un acoso y derribo constante 'nerazzurro', indiscutible durante 90 minutos plagados de ocasiones que se saldaron gracias a dos detalles de calidad sublimes de dos de los mejores jugadores de Simone Inzaghi y, ya al final, debido al desgaste general de la resistencia parmesana. Solo en la primera mitad, el Inter se pudo ir ganando 3-0 fácil. El colegiado señaló penalti sobre Lautaro, pero el VAR revisó y finalmente fue falta. Calhanoglu rozó el gol de tiro libre. Thuram tuvo la suya con un rechace dentro del área que se marchó rozando el larguero. Con el travesaño se topó Dumfries tras una jugada con dos tacones en construcción. Lautaro marcó, pero le fue anulado por fuera de juego de Thuram. Y el mismo protagonista, el capitán, tuvo otra en un rechace que no acertó a definir bien. Pareció desesperarse por un momento San Siro ante el dominio abrumador que su equipo era incapaz de materializar. Pero justo al ocaso del primer acto, en una jugada de fantasía del mejor equipo italiano, llegó el primero de la noche. Tuvo que ser, además, un ex del Parma como Dimarco el que hiciera una pared con Mkhitaryan dentro del área, controlara de tacón el balón en una baldosa y disparara con su pierna derecha, la mala, para batir a Suzuki en el minuto 40. Desbloqueado el marcador, el Inter mantuvo su fluidez con algo más de calma en la segunda mitad. Pero no cesaron de llegar sus ocasiones. Dumfries de cabeza y Lautaro otra vez rondando el área avisaron de que el Inter quería más. Y una jugada espectacular, con un pase en profundidad de Mkhitaryan a Barella, llegó la sentencia. El centrocampista italiano recorrió la mitad del campo adversaria con el balón en los pies y, llegado el momento, frenó en seco para dejar pasar a su marca. Se quedó solo ante Suzuki y con toda la calma, superó al meta japonés. Ya con el Parma rendido, llegó el tercero. Fue Thuram, ante el equipo de la ciudad en que nació, aunque sea francés. Creyó en la peinada de su compañero Bisseck y, desde el suelo, libre de marca en el segundo palo, cerró el duelo. El Inter, que incluso marcó el único tanto del Parma, en propia meta a cargo de Darmian, mantiene el pulso en la parte noble de la tabla con un partido menos.