Fichajeando.com
·14 de noviembre de 2021
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Croacia ha derrotado a Rusia por 1-0 en el Stadion Poljud en la última jornada de la Fase de Clasificación para la Copa del Mundo, tras un disputado enfrentamiento en el que los capitaneados por Luka Modric únicamente encontraron el camino del gol en una jugada aislada.
Dominio abrumador de Croacia que iría de más a menos
Este trascendental encuentro para ambos equipos que dirimía quien se clasificaría para la próxima Copa del Mundo y quien jugaría la repesca, comenzaría con la selección dirigida por Zlatko Dalic tomando las riendas de la situación con un vertiginoso despliegue físico que le permitió ser el dueño absoluto del balón y asumir el rol de equipo propositivo, ante el repliegue del conjunto ruso el cual alternaba su bloque bajo en un 4-5-1 con una tímida presión sobre la salida croata, cuando el esférico estaba en poder de sus zagueros. Pero pese al claro dominio del conjunto local, este no conseguía transformar sus ataques posicionales, los cuales eran una constante en el choque, en situaciones de peligro, pues sus mecanismos ofensivos se estaban reduciendo a la apertura hacia las bandas, con la finalidad de que los laterales buscasen una opción de remate en el área. Como conseguirían en varias de ocasiones desde el inicio, con remates de jugadores como Kramaric y Perisic sin éxito, pese a desenvolverse con relativa comodidad en el área. Además de alguna segunda jugada, tal y como la que aprovechó Brozovic para tantear la meta de un atento Safonov con un soberbio zurdazo que se marchó ligeramente desviado.
Esa sería una de las alternativas ofensivas más contundentes de un colectivo que pese a contar con buenos extremos en sus filas en ningún momento trató de desequilibrar por los costados. Con el paso de los minutos, el cuadro visitante se decidió a adelantar sus líneas con la intención de trastabillar la circulación de pelota de su contrincante para así dificultar que este llegase a los alrededores del área ágilmente. Como consecuencia del plan de Karpin, el duelo se equilibró negativamente, pues el ritmo al que se movía la pelota decayó notablemente y por consiguiente, la dinámica de dominio de Croacia se estancó sustancialmente en unos últimos minutos que no depararon ninguna situación del juego especialmente conmovedora, a causa del rigor de la selección rusa en el marcaje coagulando muy audazmente la elaboración de su rival.
Croacia recuperó la intensidad inicial, pero la tensión y el clima frenaron su entusiasmo
A la salida de los vestuarios bajo una lluvia que ya había aderezado la primera parte y que fue condicionando gradualmente la circulación del balón, los dirigidos por Zlatko Dalic se volvieron a mostrar más decididos en buscar la portería contraria. Ante un oponente que en los primeros minutos optaba por mantenerse agrupado en las proximidades de su área, capeando el temporal meteorológico y futbolístico, pese a que este último estaba siendo extremadamente lineal en sus formas e irregular por las condiciones cada vez más impracticables que presentaba el césped. Acompañando su agresividad defensiva, la dureza con la que se estaba empleando el conjunto ruso en sus acciones, interrumpiendo el juego de un modo que en circunstancias normales podría suponer un acierto, pero que en la situación del partido resultaba peligroso, habida cuenta de la facilidad con la que su oponente estaba logrando rematar cada acción. Conforme el enfrentamiento fue sobrepasando el ecuador del segundo tiempo, una Croacia absolutamente necesitada de marcar para evitar la repesca, se instaló en terreno de juego contrario con todos sus efectivos y el resultado de ello sería que Luka Modric adquiriría un especial protagonismo en el juego, cuando su equipo trató de explorar otras recetas para lograr el tan ansiado tanto, con un estilo más asociativo donde el jugador del Real Madrid creció enormemente aunque no fue capaz de guiar a los suyos hacia el gol.
En los últimos minutos, el nerviosismo y la tensión convirtieron un entrañable encuentro de clasificación en una auténtica batalla de gladiadores bajo la torrencial lluvia. En la que las ocasiones desaparecieron por completo y los 22 protagonistas nos ofrecieron un auténtico recital de disputas cuerpo a cuerpo por cada pelota dividida, con notorios derrapes y constantes choques. En una contienda que desde el primer momento tuvo un toque vintage, también por el mejorable estado del terreno de juego, el cual contaba con varios espacios poco provistos de césped que se terminaron enfangando. Especialmente en ambas áreas, en la que los arqueros se embarraron en cada intervención. Cuando más alejado parecía estar y los aficionados locales ya estaban haciendo cábalas sobre quienes podrían ser sus rivales en la repesca, un centro desde la izquierda de Sosa fue rematado a puerta muy desafortunadamente por el defensor Kudryashov, con la desdicha de orientar el esférico clínicamente ajustado al palo, impidiendo la parada de su guardameta. Tras el gol, se pudo ver esa cara menos espectacular del fútbol, de mayor pelea, oficio y picardía por parte de la selección del Adriático para defenderse del dominio de la selección de Karpin, la cual no se rindió pese al duro golpe que supuso el tanto y atacó el área contraria con envíos en largo, mucho corazón y un gran desorden, sin éxito.
Ficha Técnica
-Croacia: Grbic- Juranovic, Lovren, Gvardiol, Sosa- Modric, Brozovic, Pasalic- Vlasic, Kramaric, Perisic.
-Rusia: Safonov- Karavaev, Diveev, Dzhikiya, Kudryashov- Fomin, Barinov, Golovin- Ionov, Smolov, Bakaev.
-Goles: 1-0, min. 81, Kudryashov en propia meta.
-Makkelie amonestó a Golovin (min.51), Smolov (min.55), Livaja (min.89), Grbic (min.93).