Fichajeando.com
·16 de noviembre de 2021
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Países Bajos se ha impuesto por 2-0 a Noruega en De Kuip en la última jornada de la Fase de Clasificación para el Mundial de 2022, tras un partido sin mucha historia en el que la clasificación Orange nunca llegó a peligrar.
La alegría inicial de neerlandeses y noruegos se esfumó rápidamente…
El encuentro se inició con un mayor dominio del conjunto dirigido por van Gaal pese a no demostrar una gran destreza para el ataque posicional. Sin embargo, sí exhibiría una mayor capacidad para enlazar con sus delanteros que su adversario. Mediante una circulación vertical que encontraba un torrente ofensivo constante en Danjuma, quien en banda izquierda estaba causando auténticos estragos frente a un Pedersen extremadamente lento el cual le estaba ofreciendo comodidades para recibir en una posición favorable y trazar una diagonal, como intentaría en varias ocasiones sin resultado. Por su parte, el plan de juego de Noruega se fundamentó en una salida de balón con los centrales abiertos que procuraba conectar con los atacantes de la forma más diligente y directa posible. Con el paso de los minutos, la Orange fue imponiendo un control de la posesión más sosegado, como contraposición al bloque bajo noruego, que implantaría un guión de partido más regular. Después de un comienzo extremadamente caótico que propició un enorme desorden en ambos conjuntos, que no se encontraban excesivamente identificados por los roles asumidos.
Superada la media hora de juego, el dominio neerlandés fue más persistente guiando su fase ofensiva desde una línea de tres, lo cual liberaba a Blind por banda izquierda. Frente a un adversario que guardaría una menor distancia entre sus líneas, dificultando la progresión por los carriles interiores así como la recepción de Danjuma, cuya figura se fue esfumando con el devenir de los acontecimientos. La intensidad a la que se empleaban los dos equipos no fue especialmente elevada en ninguna fase del primer tiempo, pues la aplicación tan medida y rigurosa de sus planes de juego, así como su escasa asunción de riesgos en busca de la victoria, que urgía más a los vikingos, condenaban al choque a la monotonía tanto en la circulación de pelota, como en los mecanismos ofensivos, vista la escasa movilidad de ambos en su respectiva fase ofensiva y sus transiciones tras recuperación, las cuales resultaban cada vez más inofensivas por la insulsez local en campo contrario y su contundencia defensiva en campo propio, abortando firmemente cualquier avance.
Noruega no supo dañar a la versión más conservadora de los locales
El segundo tiempo se inició con el mismo manejo de la situación por parte de Países Bajos, el cual se sostenía sobre un ritmo de juego pausado donde las situaciones de peligro brillaban por su ausencia y bajo una niebla que ejemplificaba la incertidumbre de los dos contendientes por lo que pudiese acaecer en el compromiso que estaba disputando paralelamente Turquía. Con el avance del minutero, ambos equipos abandonaron tímidamente su hieratismo táctico desplegándose en ataque con un mayor atrevimiento, latente en sendas ocasiones de Thorstveldt y Danjuma. La primera de ellas se cristalizó en un remate del jugador de Noruega desde el interior del área que se marchó alto. Mientras que el atacante del Villarreal dinamizó el ataque de los locales, con un violento zurdazo después de un balón servido por Bergwijn que se marchó por encima del larguero. No obstante, este tibio atrevimiento no terminó de avivar un encuentro donde los neerlandeses, conscientes del valor del empate, prefirieron minimizar riesgos conteniendo firmemente cualquier aproximación del contrario.
En el último cuarto de hora de juego, la selección de Noruega optó decididamente por adelantar sus líneas y buscar la portería de su oponente con una mayor agresividad. Pero su marcada apuesta por el fútbol directo de jugar en largo hacia los delanteros, así como la consecuente disputa de las pelotas divididas en segunda jugada, lastró a los de Solbakken, que emprendieron la aventura de calibrar el poderío defensivo de los dirigidos por van Gaal, quienes se posicionaron mucho más cerca de su portería durante el segundo período, sin conseguir importunar a su retaguardia. Cuando el duelo afrontaba sus estertores, Bergwijn logró inaugurar el electrónico con un soberbio derechazo al haber sido habilitado por Danjuma, en un contraataque que la disposición de los escandinavos sobre el verde hizo totalmente plausible. A pesar del duro golpe que supuso, el 1-0 no tumbó a los visitantes que merodearon el área naranja en los instantes posteriores, aunque volverían a pagar su atrevimiento cuando tras un saque de esquina sin remate, Memphis prolongó el rechace para permitir una conducción de 50 metros de Bergwijn, el cual cara a cara frente al meta Nyland le sirvió el tanto a placer al atacante del Barcelona, certificando de esta manera, la asistencia neerlandesa al Mundial de Qatar.
Ficha Técnica
-Países Bajos: Cillessen- Dumfries, de Ligt, van Dijk, Blind- Wijnaldum, de Jong, Klaassen- Bergwijn, Memphis, Danjuma.
-Noruega: Nyland- Pedersen, Strandberg, Hanche-Olsen, Meling- Odegaard, Thorsby, Normann- Elyounoussi, Sorloth, Solbakken.
-Goles: 1-0, min.84, Bergwijn. 2-0, min.91, Memphis.
-Clement Turpin amonestó a Thorsby (min.39), Sorloth (min.43), Dumfries (min.79), de Ligt (min.80).