Stats Perform
·18 de junio de 2018
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Hay pocos escaparates más globales que el fútbol, un deporte cuyos aficionados a menudo han utilizado para vehicular todo tipo de expresiones sociales y políticas. Las proclamas independentistas del Camp Nou son uno de los ejemplos más recientes pero los hay incluso más destacados pues en el feudo barcelonista pocos futbolistas han expresado nada más allá del derecho de autodeterminación sin que ninguno se haya llegado a posicionar jamás en cuanto a una hipotética independencia de Catalunya de España. Sin embargo, en Corea del Sur sí se han dado casos en los que los futbolistas se han mostrado a favor de la sobiranía sobre un territorio... incluso vistiendo los colores de la selección nacional.
Sucedió en los Juegos Olímpicos de 2012 que tuvieron lugar en Londres. Dos selecciones cuyos países siguen con muchas cuentas pendientes en el plano histórico y político como son Corea del Sur y Japón se veían las caras en un partido que valía la medalla de bronce. El ganador del partido saldría en la foto del podio mientras que el perdedor quedaría relegado a los anexos de Wikipedia y el Comité Olímpico Internacional. Se trataba un choque entre las dos potencias futbolísticas del continente asiático, los dos países con mayor representación en el fútbol europeo pero no hubo demasiado color. La selección de Corea se impuso 2 a 0 en el Millennuim Stadium de Cardiff con goles de Chu-Young y Ja-Cheol y se colgó el tercer metal más valioso de los Juegos. Antes que ello sucediera la afición coreana prendió la mecha y Jong-woo Park avivó el fuego de la polémica.
"Dokdo es territorio coreano" mostraron muchos aficionados en sus pancartas mientras los jugadores celebraban la victoria en el césped. Los islotes de Dokdo, conocidos como islas de Takashima por los japoneses y como las Rocas Liancourt en Occidente, son un pequeño archipiélago de islas montañosas situadas en en Mar del Japón con equidistancia entre ambos países, que las reclaman para sí desde hace décadas. La disputa se había calentado a partir del año 2008 después de que el gobierno coreano retirara su embajador en el país del sol naciente como protesta ante la reafirmación de soberanía por parte de Japón, pues oficialmente el territorio se circunscribe dentro de las fronteras coreanas. Aquel día en Londres no solo el público se acordó de esta historia.
También el centrocampista Jong-Woo Park se sumó a la proclama del graderío y mostró el mismo cartel reivindicando la soberanía de su país sobre unos islotes y los supuestos yacimientos de gas natural que atesora el subsuelo, una tierra en la que apenas habitan un puñado de civiles. Tanta espontaneidad le salió cara al jugador pues tanto la FIFA como el Comité Olímpico Coreano le impusieron una sanción de dos partidos y una multa e incluso se llegó a plantear la posibilidad de retirarle la medalla de bronce, algo que, por suerte para él, nunca llegó a suceder. Hoy Park tiene 29 años y es un jugador contrastado en la Liga de los Emiratos Árabes, a la que llegó en 2015 tras un año en el Guangzhou chino. Por si acaso, desde los Juegos de 2012 no ha vuelto a hablar en público de política.