La Pizarra Del DT
·1 de julio de 2021
La Pizarra Del DT
·1 de julio de 2021
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El prototipo de atleta ha dominado el deporte estadounidense históricamente. Al profundizar en otros deportes como el baloncesto y el fútbol americano antes del balompié, era más que obvio decir que muchas de las interpretaciones y métodos se extrapolarían desde allí. Pese a que físicamente siguen destacando, es hora de montarse en la ola del excelentemente preparado nuevo futbolista de los Estados Unidos. En este artículo hablamos del delantero con mayor potencial que poseen: Daryl Dike (00’).
Daryl es producto del sistema formativo con modelo americano, primero por su presencia en selecciones juveniles y luego por su pathway (camino para lograr la meta), que le ha llevado desde el OKC Energy de la PDL, a la Universidad de Virginia, donde su gran actuación y un contrato Adidas Generation le permitieron ser elegido en el draft de la MLS por Orlando City, su actual club. No hay un camino más estadounidense que el anteriormente relatado. A continuación, describiremos tácticamente al delantero que hizo una pasantía exitosa en la Championship inglesa con el Barnsley:
De inicio, hay que explicar que la contextura de Dike repercute directamente en su desempeño como delantero de referencia, pero su habilidad mental está cada vez más adaptada al fútbol actual. Mide 1,85 m y tiene un físico bastante desarrollado. “Lo que realmente ha desarrollado es su toque, pases y su inteligencia para moverse y correr”, mencionó George Gelnovatch, quien fue su entrenador universitario, sobre su performance en el profesional.
A través de su capacidad de salto y de su intuición para reconocer espacios que pueden ser atacados por compañeros que llegan desde atrás, es una buena herramienta para usar en el juego directo. A su vez, es capaz de recepcionar para dejar de cara al compañero o, incluso, habilitarlo con su interesante giro bajo presión. Hay aspectos en su técnica que deben ser corregidos, pero los tocaremos un poco más adelante.
Cuando se le preguntó qué punto del alto rendimiento le ha sorprendido más, respondió: “El lado mental del juego. Obviamente, mirándome, la gente dice que soy un jugador muy físico. Soy grande. Cuando llegas al nivel profesional, pienso que tienes que aprender cómo usar tu cerebro un poco más, bien sea para crear espacios o para aprender cómo controlar el juego”. Eso es Dike, un futbolista muy fuerte, con habilidades para reconocer espacios y usar su lado ciego. En Europa pudo mostrar un poco más estas características, ya que en la MLS los espacios suelen ser más abiertos y transicionales.
En transiciones, puede deshacerse de rivales en carrera, a partir del uso de su cuerpo. Es potente, pero también reconoce oportunidades, con y sin balón, que le permiten ya sea pasar con timing, posicionarse a la espera del pase o atacar en el 1 vs. 1 encarando y definiendo. Destaca con su muy buena capacidad resolutiva y cierta creatividad dentro del área para definir.
En el global, es muy completo, con un repertorio de recursos que incluso pueden no corresponder con la primera impresión que se puede tener de él. Es joven y su camino ha sido bastante vertiginoso, teniendo en cuenta que hace poco más de un año no jugaba en el profesional y ya acumula más de 20 goles en el mismo. Increíblemente, su principal punto a mejorar viene de su físico.
Es un futbolista de gran talla, como se ha venido contando, pero tiene detalles que afectan en su juego de espaldas al arco. Tiene detalles al extender sus brazos para proteger y plantarse con su tren inferior, ya que si el rival busca escabullirse por uno de sus costados (evitando el duelo cuerpo a cuerpo), es posible que lo pueda anticipar.