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leocabrera·27 de enero de 2020
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Millonarios recibió a Deportivo Pasto en el Campín de Bogotá con la fuerte intención de comenzar la Liga BetPlay sin perderle pisada a los otros grandes, que ya habían ganado sus encuentros.
Sin embargo, corrían solo 7′ minutos cuando llegó el primer baldazo de agua helada para Millonarios: tras una gran acción individual en el área, Jeison Medina marcó el primero para el Deportivo Pasto, equipo en el que se encuentra cedido por el América de Cali.
En lugar de resguardar la ventaja, el equipo visitante se adueñó de la pelota y siguió generando complicaciones para la defensa albiazul, especialmente por el costado izquierdo, donde Banguero no podía contener el avance, dado que Zapata no llegaba a relevarlo correctamente.
Apenas estaba tratando de reponerse Millonarios cuando llegó el segundo gol, también por intermedio de Medina, que conectó un centro de Jhon Pajoy y aprovechó el error de cobertura de Breiner Paz.
A partir del 2-0, Millonarios salió herido a buscar el descuento y tuvo varias ocasiones de peligro, pero no pudo concretarlas. El mediocampo albiazul parecía demasiado abierto y daba la sensación de que los ataques del Pasto siempre generaban mucho riesgo sobre el arco defendido por Fariñez. Y el arquero venezolano fue protagonista en el comienzo del segundo tiempo, cuando realizó una magnífica intervención para impedirle el 3-0 a Ray Vanegas.
Si algo necesitaba Millonarios para que el partido se volviera una misión imposible, era una expulsión. A los 71′, una plancha de Jhon Duque sobre Guevara fue sancionada con tarjeta roja. Sin embargo, las imágenes del VAR dejaban claro que el árbitro había apreciado la acción al revés: el que había golpeado era el jugador del Pasto. A pesar de tener todo a su disposición, el árbitro tardó casi diez minutos en revisar la jugada y desestimó la expulsión de Duque y la cambió por una tarjeta amarilla para Guevara. Un papelón que haya tardado tanto.
El desgaste por el esfuerzo de ir perdiendo desde tan temprano llevó al Millonarios al agotamiento hacia el final del partido. El cansancio hizo que quedaran muchos espacios que Deportivo Pasto utilizó para manejar el balón y administrar las fuerzas mientras corrían los minutos. Y cuando Millonarios intentó, por última vez, asediar su área, el Pasto cerró las líneas y canceló todo avance.
El descuento de Christian Arango llegó cuando ya no quedaba tiempo de nada más. El debut por competencias oficiales de Alberto Gamero al frente de Millonarios se saldó con un 1-2 que llena de dudas a la afición albiazul.