FCBN
·3 de mayo de 2024
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Uno de los momentos más 'sorpresivos' de los últimos años, en el fútbol europeo, fue la salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid después de ganar su tercera Champions League consecutiva. El portugués se marchó a la Juventus de Turín por más de cien millones de euros después de que confesara que necesitaba un nuevo desafío 'lejos' del equipo con el que había alcanzado la gloria; en títulos y registros goleadores.
En la 'Vecchia Singnora' vivió tres temporadas, de la 18/19 a la 20/21, además de un partido en la 21/22, en las que disputó 134 enfrentamiento y anotó 101 goles más otras 19 asistencias. Ganó cinco títulos: 2 Serie A, 2 Supercopas de Italia y una Copa. Fue una etapa cargada de goles, pero también de polémicas que desembocaron en su salida al Manchester United en la recta final del mercado de fichajes de 2021.
Lo cierto es que uno de los compañeros que tuvo en Turín, Giorgio Chiellini, ha hablado recientemente de los motivos que llevaron a Cristiano a cambiar de aires en 2018 cuando lo tenía todo para seguir en lo más alto con el Real Madrid. Tal y como confesó el exfutbolista, la intención del internacional con Portugual era demostrar que era más grande que su exequipo.
En una reciente intervención en el podcast "The BSMT", ha confesado, en concreto, que le impresionó la personalidad de Cristiano y su convicción de que quería comerse el mundo desde que llegó al Allianz Stadium: "Su personalidad en los momentos difíciles me impresionó. El primer año quería sacudir al mundo y demostrar que era más fuerte que todo el Real Madrid".
Por otra parte, lamentó el hecho de que en esa primera temporada el Ajax les hubiese eliminado en cuartos de final de la Champions League. De no haber sido así, cree que hubiesen ganado 'gracias' a Cristiano: "Tuvimos mala suerte con las lesiones y perdimos contra el Ajax. Si hubiésemos llegado a la final, él nos habría llevado a la victoria".
Chiellini reconoció cómo el nivel de Cristiano fue en descenso en los años posteriores: "En los años siguientes el nivel de Cristiano bajó un poco y él con más edad ya no podía cargar con el equipo él solo. Él era la guinda del pastel, pero necesitaba un pastel más grande" y apuntó que siempre vio su compromiso: Pude apreciarlo. Es un jugador como una multinacional, pero encajó bien en el grupo. No es como los demás, no puede serlo. No puedes pedirle que tome un aperitivo en el centro de la ciudad, pero nunca falló cuando fue necesario. Tampoco en las cenas de equipo. Es respetuoso, casi obsesivo cuidando su cuerpo y en su preparación. Quiere marcar y ganar. Fue un honor ser su capitán en la Juventus y vivir cada día con un campeón como él".