Offsider
·31 de diciembre de 2024
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·31 de diciembre de 2024
Termina el año 2024 para el FC Cartagena, de alegrías y decepciones por doquier, de muchos sobresaltos. Es aquí el resumen completo de lo que ha deparado este lapso de tiempo en el club albinegro:
El detonante que despertó a la plantilla albinegra para salvarse en la segunda vuelta, perteneciente a la temporada 23/24, corresponde a un partido de Copa del Rey. El equipo en cuestión era el Valencia, finalizó en una derrota en la prórroga por uno a dos. Pero las sensaciones eran diferentes. La resistencia cartagenera se vió con creces y en inferioridad numérica contra un equipo de primera división.
José Fontán y Pedro Alcalá celebrando el tanto victorioso ante el Real Zaragoza
A partir de la eliminatoria copera, los jugadores de Julián Calero necesitaban números de playoffs para tener oportunidades y superar la distancia de ocho puntos con el decimoctavo. Pues las veinte jornadas restantes, el FC Cartagena fue el tercer equipo que más puntuó en la segunda vuelta. Finalizando en la decimoquinta posición y enmarcando triunfos memorables, contra Real Zaragoza, Levante o Tenerife en casa, que permanecerán en la memoria de los aficionados albinegros.
Llegó junio y era tiempo de numerosas despedidas a un año de infarto y picos de rendimiento antagónicos en el terreno de juego. El capitán del barco, Julián Calero, puso miras a proyectos con mayor ambición y presupuesto en la categoría de plata. Con rumbo al Levante UD y desprender un cariño encomiable al aficionado, bajo el grito de “Carthago es invencible”. Sin embargo, las miras al siguiente curso eran inevitables y había que contratar al siguiente técnico albinegro. Bajo el aura de la experiencia en la segunda categoría española y el objetivo de no pasar apuros del curso anterior, el Pitu Abelardo era el elegido. Trece nuevos jugadores para enmendar un terrible comienzo de temporada y obteniendo tres puntos de dieciocho posibles.
Celebración del gol de Luis Muñoz frente al Real Sporting de Gijón
Bajo el contexto de una enésima bajada en el límite salarial albinegro que les limita manejarse en el mercado de traspasos. Un balance negativo que le costó el puesto al entrenador asturiano. El “marrón” de reanimar al FC Cartagena cae en manos de Jandro, bajo la premisa de hacerlo parecido en el Amorebieta. Pero con un margen más amplio que en los azulones. Una premisa que todavía está por ver. Siendo el equipo que más recibe por partido, el que menos disparos realiza y, por ende, la peor defensa de la Liga Hypermotion. La única luz positiva en estos 21 partidos cae en los guantes de Pablo Cuñat, algún chispazo de genialidad en el Pocho Román y la calidad de Luis Muñoz. Firmando así la peor primera vuelta del FC Cartagena en toda su historia. Con 14 puntos y a nueve del Cádiz CF que permanece en el límite de la salvación.
El hastío del seguidor cartagenero se encuentra en un pico inalcanzable, dentro de la actual etapa en la segunda división y bajo la administración de Belmonte y Breis. La mayor parte del accionariado (85%) del efesé proviene de Fernando Carreño, dueño de Duino Inversiones, y cedido al actual presidente del Real Murcia, Felipe Moreno. El restante cae en manos de un Paco Belmonte que lleva varios meses sin ofrecer novedades. Frente a una incertidumbre económica, con una deuda a corto plazo de 1,8 millones de euros, que no se ha actualizado recientemente.
El candidato para adentrarse en la dirección del club es Miguel Ángel Jiménez Bosque, propietario del Jimbee Cartagena y la empresa de melones cartagenera “Jimbee”. Este culebrón deparará en un 2025 con muchas miedo en todos los departamentos del club. Y puede causar estragos en un reciente mercado invernal que será el instante resolutivo con un FC Cartagena que se encuentra en la UCI.