El bache del empate pasa factura al Levante UD de Julián Calero | OneFootball

Si el nuevo año 2025 se inició con argumentos sólidos de metas mayores, el discurso del "todo va a salir bien" abanderado por Julián Calero no está saliendo debidamente en últimas jornadas. Alejados de la mejor versión futbolística y sin encontrar los resultados deseados, una exhibición de Rubén Yáñez privó nuevamente al Levante UD de sumar un más tres en casa frente al Sporting de Gijón.

- El Levante UD no encontró la llave del gol contra el Sporting de Gijón (@A. Benetó | LUD) -

Con un ambiente de gala, la melodía 'Del Marítim a Vallejo' y un cartel de partido grande, el Ciutat de Valencia y el levantinismo aspiraba a redimirse de la última noche vivida ante el Racing de Ferrol. No fue así. Otra vez la falta de resolución en los metros finales castigó severamente al Levante.

La llave del gol pareció tenerla Morales en los primeros compases. Dos ocasiones manifiestas de las que no se supo sacar rédito. Ese huracán ofensivo se diluyó rebasado el minuto 20, cuando el Sporting fue adueñándose del control del esférico y del ritmo del encuentro, si bien tampoco generaron peligro a Andrés Fernández, a excepción de un contragolpe.

Admitía Julián Calero que para la segunda parte quiso ganar la partida desde el centro del campo. Eso conllevó sacrificar a Iván Romero. El Levante y el propio técnico no hicieron buena lectura, ya que comenzó a incidir con bombear centros al área, donde no había una clara referencia ofensiva.

La entrada de Álex Forés marcó otro punto de inflexión. Un mano a mano fallido y un notable remate con mejor intervención de Rubén Yáñez hizo rondar el ansiado gol que nunca se produjo. Mientras la grada reclamaba al unísono cánticos de "Calero saca a Espí", hecho que no se produjo hasta el 87'.

Lo cierto es que el botín del punto resultó insuficiente para el Levante. Ambos entrenadores coincidían posteriormente quien hizo más mérito en caso de haber un vencedor. Sin embargo, el bache del empate pasó factura y los fantasmas del pasado parecen no alejarse nunca de Orriols, nunca desde un sentido de "ser agoreros"