El Tabloide Inglés
·4 de octubre de 2024
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·4 de octubre de 2024
El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha emitido una sentencia histórica que declara ilegales las normas de la FIFA que impiden a los futbolistas rescindir sus contratos para unirse a nuevos clubes. Este fallo, que involucra al exjugador francés Lassana Diarra, recuerda el icónico caso Bosman y promete sacudir los cimientos del fútbol profesional.
En una decisión que puede redefinir la libertad de movimiento de los futbolistas en Europa, el TJUE respaldó a Lassana Diarra, ex de clubes como el Arsenal, Chelsea y Real Madrid, al determinar que las reglas de la FIFA que impiden a los jugadores unirse a otros equipos si rompen sus contratos existentes, violan la legislación de la Unión Europea. El fallo ha sido calificado como el más relevante en materia de derechos laborales en el fútbol desde el caso Bosman de 1995.
El tribunal europeo argumentó que las normas actuales de la FIFA sobre el estatus y transferencia de jugadores (RSTP) colocan barreras injustas a la libre circulación de los futbolistas profesionales. Según el TJUE, dichas normas «imponen riesgos jurídicos imprevisibles y potencialmente elevados» tanto para los jugadores como para los clubes interesados en contratarlos, dificultando así las transferencias internacionales y, en consecuencia, limitando la carrera de los jugadores.
El caso de Diarra se remonta a su salida en 2014 del Lokomotiv de Moscú, club que había rescindido su contrato tras una disputa salarial. La FIFA impuso entonces una sanción de 15 meses al jugador, y el club ruso exigió una indemnización de 10 millones de euros por el incumplimiento del contrato. Sin embargo, el TJUE ha sentenciado que estas sanciones eran injustas, ya que violaban los principios de libre circulación laboral establecidos en la legislación de la UE.
El fallo no solo beneficia a Diarra, sino que abre la puerta para que otros jugadores que se hayan visto afectados por las mismas normas puedan reclamar indemnizaciones por daños y perjuicios. «Todos los jugadores profesionales se han visto afectados por estas normas ilegales«, señalaron Jean-Louis Dupont y Martin Hissel, abogados del futbolista, añadiendo que la FIFA deberá ahora afrontar el costo de violar la normativa de la UE.
Dupont, conocido por su participación en el caso Bosman, subrayó que la FIFA debe adaptarse al Estado de derecho europeo y modernizar su gobernanza. La sentencia podría forzar a la entidad rectora del fútbol mundial a revisar sus reglas, lo que marcaría un antes y un después en la gestión de las transferencias internacionales de jugadores.
El sindicato mundial de jugadores, el FifPro, que apoyó a Diarra en su lucha legal, celebró el veredicto, afirmando que cambiará el panorama del fútbol profesional. No obstante, señalaron que los cambios en el sistema podrían tardar algunos años en implementarse, ya que el proceso judicial aún no ha concluido por completo.
Por su parte, la FIFA ha manifestado que está «analizando la decisión en coordinación con otras partes interesadas» y que ofrecerá sus comentarios una vez haya evaluado completamente las implicaciones del fallo. Este veredicto supone un desafío para la entidad, que deberá reformar un sistema que lleva vigente desde 2001.
Con esta sentencia, el TJUE reafirma el derecho de los jugadores a cambiar de club sin restricciones excesivas, recordando que el fútbol, pese a su enorme impacto económico, no puede estar al margen de las leyes que protegen los derechos laborales en Europa. Las consecuencias de este fallo pueden transformar radicalmente las relaciones contractuales entre futbolistas y clubes, abriendo una nueva era de libertad en el deporte rey.
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