VIP Deportivo
·10 de octubre de 2020
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·10 de octubre de 2020
El Hospitalet levanta por primera vez en su historia el trofeo de la Copa Catalunya tras vencer al Llagostera en la tanda de penaltis. Los 90 minutos de encuentro finalizaron con un empate a nada.
UE Llagostera y CE L’Hospitalet se citaban en el Olímpico de Terrassa para protagonizar la primera cita oficial del fútbol catalán, la Copa Catalunya. Y lo hacían en una tarde alegre, soleada, especial. No solo porque hubiese en juego el primer título de la temporada, sino porque, por fin, volvía la gente a las gradas.
Se palpaba en el ambiente -muy reducido, pero atronador- las ganas de fútbol. Los centenares de aficionados presentes se pusieron en pie para recibir esta final mientras la aclimataban con la unísona sinfonía de «Els Segadors». Los jugadores les acompañaron sobre una manta de césped seco e impropio de uno de los estadios emblema del fútbol modesto catalán.
Un recién ascendido a la 2ªB como el Hospi se enfrentaba a un ya asentado en la división de bronce del fútbol español como el Llagostera. Los últimos enfrentamientos entre ambos decantaban la balanza claramente hacia el costado barcelonés. De las 13 disputas directas, los de la provincia de Girona solo habían logrado vencer en una ocasión. De hecho, en los últimos tres encuentros con estos dos conjuntos como protagonistas, el resultado ha sido el mismo, 1-0 a favor del Hospi.
Los de Jonathan Risueño habían cosechado el hito del ascenso en el último encuentro oficial que disputó la entidad, tiñiendo a la ciudad del Barcelonés del color ilusión. Precisamente, vencieron en la final del Playoff al Terrasa, club que ha cedido sus instalaciones para la disputa de esta final.
Llegamos al descanso habiendo gozado de un ritmo atípico de un partido de pretemporada. Ritmo, sobre todo, en la zona de tres cuartos. Vaivenes constantes que, no obstante, no llegaban a materializarse en forma de ocasiób. Tan solo se asomó al arco rival en dos ocasiones el Hospitalet, que se topó con un Marcos muy atento. Los tres pitos de Víctor García Verdura pusieron fin a 45 minutos de pura igualdad.
Un error arbitral del asistente del partido propició que el marcador siguiese luciendo el 0-0 en el minuto 46, tras anular un gol legal de Joel Jorquera en un acercamiento por el costado izquierdo del conjunto ‘riberenc’. El jugador de Castelldefels viene de hacer una ilusionante campaña en el filial del Cádiz y la cúpula interna del Hospitalet no dudó en hacerse con sus servicios en un mercado muy movido para el conjunto de la franja roja.
Se desquitaron de los nervios iniciales los dos finalistas y la segunda mitad ya parecía más típica de una final entre dos conjuntos del fútbol modesto español, siempre tan achispados en su juego.
La entrada de Sehou Sarr suscitó los imparables acercamientos de los de Risueño, que aceptaron el papel de favoritos en los últimos minutos del encuentro y se hicieron dueños y señores del esférico. Un pillo esférico que se negaba a obedecer a la justicia y rehusó de traspasar la línea de gol del Llagostera. Prefirió dejarlo todo en manos de la Diosa Fortuna y decidió que el vencedor del trofeo se resolvería en la tanda de penaltis.
En dos de las cuatro rondas previas a la final, el Hospitalet había visto cómo su destino se decidía en la tanda de penaltis. La UE Llagostera en una.
Toda historia de fantasía necesita su héroe. Y de esta fue Adrià Aliaga, que atajó dos penaltis y llevó al Hospi a levantar, por primera vez, la copa organizada por la Federación Catalana de Fútbol.
Tras la tremenda alegría del ascenso, llega ahora otra más. Jonathan Risueño está dando al Hospitalet eso que parecía haber desvanecido en los últimos años de altibajos: la estabilidad. Y la felicidad.
Imagen destacada: fcf.cat
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