Futbolísticas
·4 de enero de 2023
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·4 de enero de 2023
El 2022 ya queda atrás y será recordado para muchos como el año más brillante e histórico del fútbol femenino. Un año en el que se batieron récords de asistencia a nivel mundial (los cuartos de final y semifinal de Champions del Camp Nou) y la Eurocopa de Inglaterra, que marcó un antes y un después en la historia de este deporte. Sin embargo, el 2022 también ha quedado marcado por las lesiones, la cara más oscura de este deporte. Y es que en fútbol femenino, estas lesiones son conocidas con el nombre de ligamento cruzado anterior (LCA).
Desafortunadamente, la rotura del ligamento cruzado anterior es la lesión más común entre las jugadoras profesionales y la que más ha afectado este 2022. Se han registrado hasta 63 casos de esta temida lesión a lo largo del año, siendo la Liga Española la que se ha visto más lacrada.
Coincidiendo con un año histórico para el fútbol femenino, muchas jugadoras han tenido que vivirlo al margen de los terrenos de juego prácticamente toda la temporada. Cinco de las últimas 20 nominadas al Balón de Oro la sufren. Se trata de Beth Mead y Vivianne Miedema (ambas del Arsenal y las últimas en sumarse a esta lista negra), Alexia Putellas (FC Barcelona), Catarina Macario (Olympique de Lyon) y Katoto (PSG).
La última jugadora en sufrir esta dolencia ha sido Miedema, la delantera del Arsenal, que se perderá el Mundial. La jugadora «gunner» es la máxima goleadora de la historia del Arsenal y se lesionó durante la disputa del Arsenal – Olympique de Lyon de la Champions League. Unas semanas antes, el 22 de noviembre, Beth Mead, la segunda mejor jugadora del mundo según France Football, también se rompió el cruzado. La inglesa se lesionó en el partido que enfrentó a su equipo al Manchester United en el Emirates Stadium.
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El caso de Alexia Putellas y su rotura del ligamento cruzado el día antes de la Eurocopa fue el que encendió más alarmas. Su lesión cayó como un jarro de agua fría para todo el mundo: su Selección, sus compañeras, los seguidores del fútbol en general y sobre todo para ella misma. Cuatro meses después de su lesión, Alexia Putellas sigue inmersa en su recuperación y ya corre sobre el césped.
Katoto tampoco guardará buenos recuerdos en cuanto a lo personal de esta Eurocopa. Y es que la internacional francesa, que llegaba a la cita continental como una de las grandes estrellas, se lesionó del LCA en el segundo partido de la fase de grupos ante Bélgica. Todavía sigue recuperándose de esta larga lesión. Y en cuanto a Macario, también nominada al Balón de Oro, tampoco corrió mejor suerte. La estadounidense se rompió el 6 de junio durante un partido de liga del Olympique de Lyon, en el minuto 13.
Según las últimas investigaciones, la propia anatomía de la mujer, su musculatura y el factor hormonal las convierte en más propensas a sufrir esta lesión. Así lo confirma el doctor José González, exjefe de los servicios médicos del Atlético de Madrid, al diario AS. «Las mujeres tienen una pelvis más ancha y las rodillas tienden a juntarse más durante la carrera». Además añade: «La escotadura intercondílea es más estrecha, por lo que hay más posibilidades de rotura».
González también pone de relieve un factor que influye mucho en este tipo de lesión y es el factor hormonal. «Las hormonas influyen de manera considerable, ya que los estrógenos influyen en los niveles de colágeno y estos a su vez pueden alterar la biomecánica de la rodilla«.
El fútbol femenino y la rotura del ligamento cruzado anterior es una dura realidad. La Liga Española ha sido la competición más afectada por esta lesión, con hasta 19 casos de LCA. Jugadoras del FC Barcelona como Jana Fernández, Bruna Vilamala (que ya ha vuelto a los terrenos de juego recientemente tras 13 meses fuera) y Cata Coll (además de Alexia Putellas) se han lesionado del ligamento cruzado anterior. También hace falta remarcar las dos porteras del Levante UD, María Valenzuela y Andrea Paraluta, ambas con el ligamento cruzado roto.
Otros equipos españoles de fútbol femenino que tienen a más de una jugadora en su equipo que sufre esta lesión son el Villarreal (Lucía Gómez, Tere Morató y Rocío García), la UDG Tenerife (Aleksandra Zaremba y Gisela Robledo) y Alhama El Pozo (Lucía Ramírez y Erica Sastre).
También se han visto afectadas por esta lesión: Bárbara Latorre (Atlético de Madrid), Stephannie Blanco (Sporting de Huelva), Paula Guerrero (Valencia CFF), Yung Ju Lee (Madrid CFF), Sophe Istillart (Athletic Club), Nazareth Martin (Sevilla) y Rebecca Elloh (Alavés).
Sin duda una plaga de lesiones infinita que ha afectado de pleno al fútbol femenino este 2022. Solo el Real Madrid, Betis, Real Sociedad y Levante Las Planas se libraron de perder a una de sus jugadoras por, como mínimo, nueve meses.
La segunda liga más afectada ha sido la inglesa, la Barclays Women’s Super League. El Arsenal, el club más perjudicado con las lesiones de Beth Mead, Vivianne Miedema y Teyah Goldie. Completan la lista de 13 jugadoras del Manchester United, Tottenham, Reading, Aston Villa, Chelsea y West Ham United.
La NWSL, de Estados Unidos, ha sido la tercera liga con más casos, con un total de once. Destacan Christen Press, Marta Viera da Silva y Nadia Nadim como jugadoras que lo han sufrido.
En la Bundesliga alemana, el caso que más ha sonado ha sido el de Giulia Gwinn. La jugadora de 23 años del Bayern de Munich es una de las promesas del equipo y de la selección alemana.
La liga francesa no ha tenido tantos casos de rotura de ligamento cruzado, pero los nombres que se han visto afectados por esta lesión son los de grandes jugadoras: Dzsenifer Marozsán, Ellie Carpenter o Catarina Macario del Olympique de Lyon y a Marie Antoinette Katoto, Hanna Glas, Votiková o Dudek del Paris Saint Germain.