Superlider
·20 de diciembre de 2024
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En el apasionado fútbol italiano, la rivalidad entre Lazio y Roma es uno de los duelos más intensos y emocionantes. Un dicho común entre los aficionados de Lazio resume la rivalidad: «Si Lazio pierde y Roma pierde, estaremos bien». Sin embargo, la pasión de los seguidores de la Roma, quienes aseguran: «Me considero más enemigo del Lazio que aficionado de Roma», revela lo profundamente arraigado de esta enemistad, que trasciende el simple hecho deportivo.
La temporada 2009-2010 fue un claro ejemplo de esta tensión. Lazio, en una lucha por evitar el descenso, y Roma, aspirante al título de la Serie A, se encontraron en el Derby della Capitale con una historia que quedaría marcada por gestos y palabras polémicas.
El 15 de marzo de 2010, Roma se impuso 2-1 a Lazio en un partido lleno de emociones, y con ello, aumentó sus esperanzas de ganar el campeonato. Francesco Totti, la estrella de la Roma, celebró efusivamente la victoria en el estadio del Lazio, haciendo un gesto con la mano y diciéndoles a los aficionados del Lazio: «Descenderán». Este acto, cargado de provocación, no fue bien recibido por los seguidores del Lazio, quienes respondieron con un insulto grave: «El Scudetto es un sueño para ustedes, Auschwitz es su país», una frase que reflejaba la crudeza de la rivalidad y que no dejó indiferente a nadie.
El destino, sin embargo, tenía otros planes. En la jornada siguiente, Roma sufrió una sorprendente derrota contra la Sampdoria por 1-2, lo que permitió al Inter de Milán arrebatarle la primera posición de la liga. Pero la historia no terminó allí. Lazio, aún amenazado por el descenso, se preparaba para enfrentar al Inter de Milán en un partido crucial. En un giro inesperado, los aficionados del Lazio, más enfocados en la rivalidad con Roma que en la lucha por la permanencia, comenzaron a exigir que su equipo perdiera el partido. Incluso llegaron a amenazar a los jugadores si no cedían ante el gigante interista.
El partido terminó con una victoria 2-0 para el Inter, y los aficionados del Lazio celebraron con entusiasmo la derrota de su propio equipo. Mientras la lucha por la permanencia continuaba, los hinchas del Lazio llevaban pancartas irónicas, la más famosa de ellas, «OH NOOOO», burlándose de la situación en la que se encontraba su equipo.
La situación sorprendió incluso a los jugadores rivales. Maicon, defensor del Inter de Milán, expresó su asombro por la actitud de los aficionados del Lazio: «Jugamos como si estuviéramos en San Siro. No puedo creer lo que pasó. Un público que canta en contra de su equipo cuando va a descender, nunca vi algo así en mi vida.»
Este episodio se convirtió en una de las historias más recordadas de la Serie A, un reflejo de cómo la rivalidad entre Lazio y Roma trascendió el ámbito deportivo, generando una atmósfera de tensión, ironía y, en última instancia, tragedia para el Lazio. La historia de aquella temporada, cargada de emociones y giros inesperados, sigue siendo una muestra de la intensidad de la pasión que el fútbol despierta en Italia.
La temporada 2009-2010 dejó una lección clara sobre la feroz rivalidad entre los clubes de Roma. En este caso, la pasión de los aficionados fue más allá de los límites del sentido común, llevando a los seguidores de Lazio a anteponer su odio por Roma a la supervivencia de su propio equipo en la Serie A. Un episodio que quedará grabado en los anales del fútbol como un recordatorio de hasta dónde puede llegar la enemistad en el deporte más popular del mundo