Fondo Segunda
·20 de enero de 2023
Fondo Segunda
·20 de enero de 2023
El fútbol es cuestión de rachas. A veces, el mero hecho de cambiar de entrenador puede suponer un cambio de mentalidad para algunos futbolistas que empiezan a ofrecer su mejor versión sobre el verde. Desde la llegada de Fran Escribá, Francho Serrano se ha convertido en una pieza indiscutible en el centro del campo.
El canterano blanquillo comenzaba su primera temporada con dorsal del primer equipo, pero el inicio fue complicado. Con Carcedo en el banquillo, tan solo fue de la partida en cinco ocasiones de 15 posibles. El técnico riojano apostaba en el medio por la pareja Grau-Molina y Francho actuando por delante de ambos o escorado a banda. Dos posiciones en las que no podía explotar sus virtudes.
En el mes de octubre, el canterano sufrió una lesión en el bíceps femoral de la pierna derecha que le hizo perderse los choques ante Granada y Tenerife. Tras superar la lesión, tan sólo jugó 20 minutos ante el Andorra y fue suplente en Mendizorroza. La temporada empezaba de la peor manera posible, pero la llegada de Fran Escribá lo ha cambiado todo.
Serrano ha vuelto a recuperar la sonrisa y ya suma seis partidos seguidos como titular. Ante el Huesca, posiblemente, hizo el mejor partido desde que viste la blanquilla. El canterano anotó el primer gol del partido a los dos minutos y, junto a Alberto Zapater, cuajaron un gran partido en la medular. Ahora la pareja en ese pivote ha cambiado. Escribá está apostando por el canterano y Alarcón en un claro 4-4-2. Poco a poco, el Real Zaragoza está poniendo en práctica las ideas del técnico valenciano que le ha cambiado la cara al equipo.
Francho forma parte de la última camada de canteranos que se ha asentado en el primer equipo. Junto a Francés, Iván Azón o Puche, llevaron las riendas de la heroica remontada ante el Villarreal B. Tras una mala primera parte, Fran Escribá dio un giro al once en el descanso e introdujo a Iván. El canterano apenas llevaba cinco minutos sobre el campo cuando anotó el gol que sirvió para impulsar la remontada blanquilla.
Puche fue el siguiente en pisar el césped de la renovada Cerámica. El de Tarazona inicio una cabalgada por la banda derecha y poner un pase al corazón del área para que Iñíguez lo metiera en propia puerta. En el minuto 90, volvió a parecer el tiburón Azón. El delantero protegió el balón como si fuera el último para cederlo a Manu Molina. El ex del Ibiza lo abrió a banda para que Gabi Fuentes pusiera un centro medido a la cabeza de Mollejo que desató la euforia entre los más de 700 aficionados blanquillos presentes en La Cerámica.