Offsider
·27 de enero de 2025
Offsider
·27 de enero de 2025
Son días de mucho trabajo en el Atlético de Madrid. Mientras Simeone y sus jugadores ya preparan el cierre de la fase de grupos de la UEFA Champions League, en las oficinas del Metropolitano tampoco hay descanso. Llegados a la última semana del mercado de fichajes invernal, que finaliza el próximo lunes, la directiva rojiblanca trabaja en la posibilidad de fichar algún refuerzo para su plantilla.
Una decisión que no se tomará a la ligera, pero que está sustentada en varias razones de peso. La primera de ellas y más evidente, la llamada de auxilio del equipo en el empate ante el Villarreal del pasado sábado. En plena maratón de partidos, al cuadro colchonero le tocó afrontar una nueva remontada, pero no fue capaz. A diferencia de lo ocurrido ante el Leverkusen, esta vez no hubo piernas ni frescura mental para lograrlo.
Jugar cada tres-cuatro días lleva al límite a los jugadores y ante el submarino amarillo se pagó el esfuerzo realizado el pasado martes. Los 51 minutos en inferioridad contra el Leverkusen y el desgaste que eso supuso se reflejó en la recta final del compromiso liguero. Y eso, a pesar de las rotaciones que planteó Simeone, que son el segundo gran argumento para lanzarse a fichar esta última semana.
Condicionado por algunas bajas y por el desgaste acumulado en los últimos encuentros, el entrenador argentino apostó por introducir novedades que no funcionaron muy bien. En el plano defensivo, Witsel y Reinildo volvieron a quedar señalados. El belga dio muestras de que la edad no perdona y la falta de ritmo competitivo maximiza todavía más esas deficiencias físicas que trae consigo el paso del tiempo.
Y el mozambiqueño, uno de los destacados ante el Leverkusen, pagó cara su imprudencia dentro del área. Con mayor o menor debate sobre la acción, no es la primera vez que un error de Reinildo termina en penalti y gol rival. Sin ir muy lejos, la temporada pasada en la ida de semifinales de Copa del Rey ante el Athletic Club ocurrió algo similar.
Saltando al mediocampo, Koke regresaba al once para dar descanso a De Paul. Basta con decir que el argentino ingresó al campo tras el paso por vestuarios para reforzar la medular. Y la última novedad del once de Simeone fue Correa. Tantas veces salvador y revulsivo, el argentino volvió a demostrar que es un gran suplente, entre otros motivos, porque su rendimiento de titular es muy inferior al de sus apariciones desde el banquillo.
Ante esta situación, con Carlos Bucero a la cabeza, el Atlético tratará de acometer alguna que otra operación antes del cierre del mercado. En los últimos días ha sonado con fuerza la posible llegada de Zinchenko y la reactivación de los contactos con Luis Milla. Dos alternativas muy distintas que está estudiando el club con detenimiento.
Eso sí, si en algo están de acuerdo en los despachos del Metropolitano es que la prioridad es un 5. Tantas veces deseado y todavía vacante, podría ser esta la vez que se cumpla la petición de Simeone. De hecho, la necesidad de ese refuerzo es patente. El mismo Simeone habló de la posibilidad de usar a Llorente en esa demarcación. Unas palabras que pueden entenderse como una nueva alerta por parte del técnico para fichar esa ansiada pieza que le falta a su puzle.