Villarreal CF
·24 de noviembre de 2024
Villarreal CF
·24 de noviembre de 2024
Gerard Moreno reaparecía para cambiarlo todo. El máximo goleador histórico ingresaba al rectángulo de juego, tras meses alejado de la competición, para marcar la diferencia. El ‘7’ cambió completamente el decorado. Entró con 2-0 al comienzo de la segunda mitad y lideró una fantástica reacción con la que el Submarino rescató un punto de tierras navarras. Marcó, incluso, el segundo tanto asumiendo la responsabilidad de lanzar un penalti en el tiempo añadido ante la asfixiante presión de El Sadar.
Eran muchas las ausencias con las que llegaba el Villarreal a Pamplona. Marcelino no pudo contar con Kiko Femenía, Juan Foyth, Eric Bailly, Pape Gueye, Ayoze Pérez ni Nicolas Pepe, además de los lesionados de larga duración Ilias Akhomach y Alfonso Pedraza. Ocho bajas que condicionaban el potencial futbolístico de los groguets.
Pese a las adversidades en forma de lesión, Marcelino lanzó un mensaje claro en la comparecencia previa al choque, señalando que estos contratiempos no podían servir de excusa y que había que competir por la victoria en El Sadar.
Aunque el Villarreal entró al partido siendo valiente y buscando el área rival, Osasuna encontró el premio del gol en su primera oportunidad. Antes del minuto 10, Budimir culminó con un remate de cabeza un centro medido desde el perfil derecho de Rubén García. El tanto rojillo dejó algo frío al cuadro amarillo.
En muy poco tiempo, el Villarreal veía cómo se ponía cuesta arriba el partido. Solo cinco minutos después de encajar el 1-0, el VAR obligaba a Munuera Montero a revisar en la pantalla un dudoso contacto de Raúl Albiol sobre Ante Budimir en el interior del área. Pasando por alto que el colegiado del encuentro, muy cerca de la jugada, consideró que no había nada punible. Tras una revisión eterna que no acababa de convencer al árbitro, se vio obligado a decretarlo. El propio Budimir hizo el 2-0 desde los once metros.
La acción del penalti sacó del partido por completo al Submarino durante varios minutos. Para colmo, inmediatamente después, Munuera Montero desquiciaba todavía más a los groguets señalando una segunda pena máxima por una inexistente mano de Dani Parejo. Si antes se extralimitaba el VAR ahora fallaba el árbitro, que tuvo que corregir su decisión inicial.
En los últimos minutos de la primera mitad, el Villarreal recobró la compostura y construyó un par de acciones de peligro antes del descanso. Aunque ninguna encontró portería.
Tras el descanso, Marcelino introdujo en el terreno de juego a Gerard Moreno en busca de más claridad en ataque. Como respuesta, el Villarreal abrió la segunda mitad apretando arriba. A los dos minutos de la reanudación, Barry rozó el gol con un peligroso disparo desde la frontal del área. El delantero francés obligó a Sergio Herrera a firmar una impresionante estirada para impedir que los groguets recortaran distancias.
Los amarillos siguieron hostigando a los locales, que recogieron el guante y empezó el intercambio de golpes. El partido se abrió por completo y se convirtió en un correcalles. El Submarino golpeaba más y mejor. Merecía el 2-1 y lo firmó Álex Baena tras una fantástica asistencia de Yeremy Pino con un centro raso tenso y preciso.
El conjunto de Marcelino mordía. No bajaba la intensidad y buscaba el tanto del empate con ahínco. Denis Suárez tuvo el empate al poco de ingresar en el terreno de juego, pero lo impidió Herrera. A partir de esa ocasión, el Submarino empezó a acusar el cansancio. Llegaba con menos frescura a los metros finales, pero no por ello dejaba de intentarlo.
En el tiempo añadido, Logan Costa recibió un claro agarrón de Lucas Torró durante un saque de esquina. El árbitro pitó penalti y Gerard Moreno batió a Sergio Herrera ante la presión de El Sadar. El ‘7’ convertía el 2-2 y brindaba un puntazo de oro para el Villarreal.