Vermouth Deportivo
·27 de enero de 2024
Vermouth Deportivo
·27 de enero de 2024
El Matador perdonó y se quedó con las manos vacías. En un primer tiempo magnífico, los de Barrio Jardín se encontraron con grandes salvadas de Nelson Insfrán y el palo. En la complementaria, el Lobo lo ganó 1 a 0 con un insólito gol en contra de Matías Catalán.
Talleres no empezó de la mejora manera la Copa de la Liga. Si bien dominó y fue protagonista, la victoria le correspondió a su rival. Gimnasia se llevó tres unidades doradas para el Bosque prácticamente sin buscarlo y manejando muy bien los tiempos.
Al minuto de juego lo tuvo la visita con una gran acción personal de Benjamín Domínguez que le quebró la cintura a Gastón Benavídez y con un zurdazo exigió a Guido Herrera que la mandó al córner. El Tripero volvió a probar más tarde con un zurdazo apenas ancho de David Salazar y el resto fue todo del anfitrión.
Talleres mostró sus armas en un gran primer tiempo. Ruben Botta sin ángulo exigió a Insfrán que salvó con lo justo. A diez para el entretiempo Nahuel Bustos no metió un golazo de tiro libre de antología por poco. Y finalmente el palo le dijo que no a Ramón Sosa que, antes del descanso, erigió como figura al arquero que le tapó una volea.
Lo que no le entró a La T en el período inicial, le ingresó al Lobo en la complementaria. A pesar de la búsqueda del equipo de Walter Ribonetto, fueron los de Leonardo Madelón que acertarón un avance. Lucas Castro pinchó un centro buscando a Cristian Colmán pero Catalán lo interceptó, Herrera quedó a mitad de camino, y con la punta del botín la mandó en contra de su propia cueva.
Gimnasia, con la ventaja en el marcador buscó dormir el partido y aguantó con diez hombres por la expulsión de Gustavo Canto. Así, con fortuna y experiencia, se impuso en el Kempes por 1 a 0 ante un Talleres de Córdoba que no mereció irse con las manos vacías.
Foto: @CATalleresdecba