Versus
·11 de septiembre de 2024
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·11 de septiembre de 2024
El seleccionador de Paraguay, Gustavo Alfaro, explicó que el cambio radical que tuvo la Albirroja en sus últimos dos partidos de las Eliminatorias Sudamericanas no son solamente virtud del entrenador, sino también de la gran materia prima que siempre tuvo el combinado guaraní, pero que necesitaba de un pequeño empujón para salir a flote.
"Eso nos generó un compromiso enorme, ver el estadio, la gente. Me preguntaron el divorcio de la gente con el equipo, yo no puedo decir lo que pasó antes porque no estaba porque no puedo hablar de las cosas que pasaron. Pero yo le dije a los chicos que esto no es un proceso que se comenzó a construir hace dos o tres semanas atrás, esto no es un proceso que comenzó hace 3 o 4 días cuando comenzamos a jugar, para mi este es un proceso que se comenzó a construir en el 2011 y de distintas maneras fue buscando sus formas y tal vez tardó más de lo que uno hubiese esperado", manifestó en conferencia de prensa.
"Acá yo lo único que quería hacer es tratar de ayudarlos, a empujarlos, a darles ese impulso porque entendía que venían trabajando de distintas maneras, porque nosotros sabemos dónde queremos llegar", afirmó.
Para Gustavo Alfaro, los momentos de tristeza y enorme decepción de las últimas Eliminatorias también forman parte de un proceso que al parecer quiere comenzar a dar buenos frutos.
"Ojalá que este sea el camino que nos lleve al Mundial 2026. Pero insisto, este no es un camino que empezó hace 15 días, empezó en el 2011 y por distintas circunstancias tuvo distintas alternativas. Hoy siento que Paraguay es Paraguay y siento que recuperamos, no se si una mística, pero sí recuperamos cosas que nos identifica, que define lo que somos", explicó.
"Este era un partido que teníamos que jugar con el corazón en la mano. El equipo está por encima de cualquier nombre", finalizó.