Fondo Segunda
·25 de octubre de 2023
Fondo Segunda
·25 de octubre de 2023
El extremo. Cuántas veces se hablará sobre esta especie de futbolista que tan estéticamente conquista las retinas y que, a su vez, tan complicado es poder disfrutar en ciertas dosis de regularidad. Porque ser diferente no ha de ser sencillo. Destacar entre lo rutinario ha de suponer un desafío extremadamente estresante. Vertiginoso.
Haissem Hassan pertenece a esa estirpe de jugador que, en su máximo esplendor, conquista irremediablemente. Esa forma de encarar, desafiar, desequilibrar y, ante todo, jugar con las piernas y el cuerpo con el único objetivo de rebasar en duelo directo al adversario. Ahí, el futbolista francés de 21 años es un especialista que suele acometer con éxito sus acometidas.
Ya en Miranda de Ebro ofreció pinceladas el futbolista nacido en Bagnolet de todas aquellas capacidades que interioriza. Pegado a banda derecha, se hace imprevisible en fase ofensiva detectar o adivinar si avanzará tirando diagonal o llegando a línea de fondo hasta el punto de terminar pegado a ella para terminar ante la decisión de disparar o asistir. Con el paso de las semanas, de los meses, el extremo procedente del Villarreal B va progresando cada vez más en la toma de decisiones y, con ello, haciéndose un futbolista más completo y determinante en fase ofensiva.
Eso sí, a su llegada a Gijón, a una plaza de mayor exigencia probablemente de la que ha venido teniendo hasta la fecha, a Haissem le costó un poco más la adaptación, porque ya no se le podía exigir tan sólo destacar en fase ofensiva. Es más, cuando el nivel de acierto se reduce, el rendimiento queda reducido exponencialmente. Esa situación se presentó en el horizonte del extremo, al que Miguel Ángel Ramírez ha tenido que moldear para que termine aportando y destacando en el entramado colectivo asturiano.
De hecho, el caso de Hassan puede compararse en cierto modo al de Samu Chuzwueze. Con una trayectoria que le llevó desde el filial del submarino amarillo hasta el primer equipo del conjunto castellonense, hubo un momento en su trayectoria que se enfrentó al peligro del estancamiento. Sin embargo, el futbolista supo amoldarse y evolucionar para sumar ya no sólo en ese desequilibrio ofensivo como extremo, sino hacerlo también aportando más aspectos tácticos a su repertorio y capacidad de sacrificio y trabajo en fase defensiva. Ahora, es un futbolista que ha crecido hasta unos niveles que le han llevado a competir al máximo nivel ofreciendo un rendimiento excelso. Ese debe ser el objetivo para el francés que ahora disfrutan en Gijón.
Porque Haissem ahora ya conquista por sus cualidades de base, por sus capacidades innatas y por esa excelencia estética de su juego. Ahora, el reto está en mantener regularidad en esas actuaciones tan determinantes e ir sumando, paulatinamente, recursos a su repertorio como futbolista. Asociación, lectura de los espacios, capacidad para sorprender al espacio y, especialmente, trabajo y conceptos a nivel defensivo que le puedan llevar a ser un jugador de mayor categoría. El potencial está. Es hora de desarrollarlo al máximo.