Afición Deportiva
·25 de septiembre de 2024
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·25 de septiembre de 2024
Santiago Mouriño tuvo la difícil tarea de intentar frenar a Vini Jr. y no desentonó en su intento por frenar las acometidas del brasileño
En la noche de ayer, el Deportivo Alavés logró maquillar en un 3-2 el marcador contra el Real Madrid. Lo cierto es que el equipo babazorro no compareció durante 80 minutos del partido y el resultado pudo haber sido más doloroso.
No lo fue en cierta parte gracias a Santiago Mouriño. Al uruguayo le tocó bailar con la más fea y Luis García Plaza le encomendó la ardua tarea de frenar a Vinícius. «Es el jugador más rápido de la plantilla junto a Hugo Novoa», dijo el técnico alavesista en rueda de prensa, para reivindicar su idea de usar la gran zancada y poderío físico de Mouriño como antídoto para frenar al 7 blanco. No obstante, en el primer minuto de partido, Vinícius lo dribló y asistió para que Lucas Vázquez rematara a placer y pusiera el 1-0.
El tempranero gol hacía presagiar que Mouriño quedaría retratado una y otra vez por el astro brasileño, pero el defensor babazorro comenzó a cogerle el pulso al partido y dejó varias acciones de gran nivel. Ayudado también por Novoa, entre los dos supieron maniatar y desquiciar al extremo rival, que acabó el partido sustituido y muy enfadado.
Mouriño es el líder de la Liga EA Sports en lo que a entradas realizadas por 90 minutos disputados, con 4’6 de media. Además ha resultado ganador en el 83% de los duelos aéreos disputados, gracias a su corpulencia y a su 1’86 metros de altura. Tan solo lo regatearon en cuatro ocasiones, que supone el 21% de los intentos totales, pese al complicado contexto del partido en el que el Madrid no paró de atacar durante 80 minutos. Ocupó el tercer puesto en el pódium de recuperaciones con seis pelotas recuperadas, por detrás de Protesoni con ocho e igualado con Valverde.
Habituado a jugar como central en una defensa de cuatro, jugó fuera de su posición natural en su primer partido como titular en Primera División. Pese a ello, mostró una jerarquía y un poderío muy convincente ante el que parece que será el próximo Balón de Oro. En su debut frente al Espanyol ofreció chispazos de su nivel y ayer lo confirmó. Si continúa con su progresión, la más que probable marcha de Abqar podría no ser tan dolorosa como se barrunta.
Mouriño, canterano del Atlético de Madrid, llegó a Vitoria este verano y firmó en propiedad con el conjunto babazorro hasta 2029. Se trata del contrato de mayor duración de toda la plantilla y estamos comenzando a vislumbrar las razones por las que Sergio Fernández decidió estipular esta fecha. Su margen de crecimiento es enorme y a sus 22 años lo tiene todo para convertirse en un fijo en los esquemas de Luis García Plaza en el Alavés y con Marcelo Bielsa en la absoluta de Uruguay.
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