90min
·25 de noviembre de 2022
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·25 de noviembre de 2022
Este viernes 25, Irán jugó su segundo partido de la Copa del Mundo de Qatar, donde le ganó a Gales por 2 a 0. Pero más allá del resultado, cantar o no cantar el himno fue la cuestión. Porque los mundiales son pantallas y vidrieras para tapar lo que sucede en las sombras, lo saben los países anfitriones, pero bajo los reflectores esas sombras se escapan y se proyectan aún más potentes. En el primer partido, donde Irán perdió contra Inglaterra por 6 a 2, los jugadores habían hecho silencio mientras los parlantes del estadio amplificaban el himno de su país. Desde las tribunas, los y las hinchas iraníes aplaudieron ese gesto, que fue un respaldo a la ola de protestas desatadas en septiembre pasado en Irán por la muerte de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, tras su detención por no llevar bien puesto el velo islámico. Masha, como tantas otras, luchaba por la ampliación de los derechos de las mujeres en esa república islámica del Golfo Pérsico. Al menos 326 manifestantes murieron en esa represión del movimiento.
Los jugadores iraníes tienen libertad de acción por parte de su técnico, el portugués Carlos Queiroz. Durante la semana, previa al primer partido, el capitán del equipo, Alireza Jahanbakhsh, declaró que el vestuario decidiría colectivamente si cantar o no el himno. Por su parte, Jahanbakhsh, jugador del Feyenoord, también sostuvo que celebrar o no gol durante el Mundial sería una elección personal. Cuando Mehdi Taremi anotó los dos tantos, apenas los celebró.
Hoy fue distinto. Los once jugadores que salieron a la cancha a enfrentar a Gales cantaron el himno y recibieron un fuerte abucheo de sus hinchas desde las tribunas. Algunos lloraron ¿Qué pasó? El delantero de la selección de Irán, Mehdi Taremi, hace unos días dijo que estaban en Qatar para jugar fútbol. “No estamos bajo presión”, señaló. Lo cierto es que dentro del mismo plantel conviven posturas. La mayoría no apoya al régimen actual de Ebrahim Raisi, quien desde su gobierno ordenó la represión a las manifestaciones. Pero hoy cantaron el himno y también festejaron los goles. En las tribunas otra cosa ocurrió. Una mujer levantó una remera con el número 22 y el nombre de Amini. A su lado, un hombre sostenía la bandera donde podía leerse: "Woman life freedom". Rápidamente, personal de seguridad le sacó sus emblemas. Afuera del estadio, hinchas que apoyan al gobierno actual e hinchas que se oponen y acompañan las protestas en Irán se enfrentaron en las calles.