Afición Deportiva
·2 de junio de 2024
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El puertorriqueño del Castilla, Jeremy de León, ha sido una pieza indiscutida dentro de las convocatorias de Carlo Ancelotti
La decimoquinta Liga de Campeones del Real Madrid se escribió con tintes de superstición. En el corazón de esta historia se encuentra Jeremy de León, un joven futbolista puertorriqueño que, aunque no registrado para la competición, se ha convertido en el amuleto de la suerte del equipo blanco.
Todo comenzó en los cuartos de final contra el Manchester City, cuando Ancelotti sorprendió a muchos al incluir a de León en la expedición del equipo. Esta decisión, aparentemente caprichosa, se repitió en las semifinales contra el Bayern Múnich y culminó en la gran final contra el Borussia Dortmund en Wembley, donde el Real Madrid se alzó con el título tras un contundente 0-2.
Ancelotti explicó su decisión: “Jeremy es un joven con mucho talento y una gran ética de trabajo. Nos aporta mucho en los entrenamientos y su presencia ha sido positiva para el grupo”. Sin embargo, para los aficionados y jugadores, su presencia pronto tomó una dimensión casi mística.
Jeremy de León llegó al Castilla en enero, procedente del Castellón. Su fichaje fue visto como una apuesta de futuro, pero hasta ahora solo ha jugado en ocho de los 18 partidos posibles con el equipo dirigido por Raúl González. A pesar de su limitada participación en el filial, su inclusión en las convocatorias de los partidos cruciales de la Champions ha hecho que su figura crezca dentro y fuera del vestuario.
Jeremy de León, a sus 20 años, ha vivido una experiencia que muchos jugadores solo pueden soñar. No está registrado oficialmente en la competición. Sin embargo, su contribución ha sido innegable y ha ganado un lugar especial en el corazón del madridismo.
Carlo Ancelotti ya ha manifestado su intención de incluirlo en la pretemporada del primer equipo. Para el joven puertorriqueño, este es solo el comienzo de una carrera que promete grandes momentos.