Agente Libre Digital
·2 de febrero de 2024
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Uno de los memorables culebrones de esta ventana de fichajes fue el de Jérôme Boateng. Tras más de medio año sin equipo después de dejar el Lyon, de Francia, el central llegó a entrenar con la plantilla de su exequipo, el Bayern de Múnich. Sin embargo, los alemanes rechazaron su incorporación de última hora, y el defensor termino firmando con la Salernitana, de Italia.
La historia de la “casi segunda etapa” de Jérôme Boateng en el Bayern se empieza en el inicio de octubre. Sin Upamecano, Kim Min-jae y De Ligt, Thomas Tuchel tenía graves problemas para montar una alineación y llegó a tener que poner al mediocampista Leon Goretzka como central. Junto a eso, el Bayern, club por lo cual Boateng había hecho historia hace algunos años, decidió abrir las puertas de su centro de entrenamiento para que el defensa recuperara la forma física. El central agradó a Tuchel, que solicitó a la directiva su contratación.
Boateng entrena al lado de Choupo-Moting y Thomas Müller. Fuente de la imagen: Bayern de Múnich.
Si dentro del campo no había ninguna contraindicación a su regreso, fuera de ello Boateng tenía algo que explicar. En septiembre de 2021, el futbolista había sido condenado a pagar 1,8 millones por una agresión a su exnovia. Un año después, la indemnización fue reducida en 600 mil euros. Recientemente, la decisión fue revocada por errores legales. El proceso debe reiniciarse.
Con su posible retorno al Bayern, el caso volvió a ser objeto de discusión y una grande parte de la afición bávara se posicionó en contra el fichaje. Mientras tanto, Upamecano y Kim Min-jae volvieron de contusión y de Ligt entró en las últimas etapas de la recuperación. Teniendo todo eso en consideración, el Bayern decidió no firmar con Boateng y emitió un comunicado sin mencionar el presunto de agresión.
El central, por su parte, agradeció al Bayern y “especialmente a Thomas Tuchel y su cuerpo técnico por el apoyo para tenerme en el equipo.” Además, destacó los comentarios positivos que ha recibido sobre su nivel de condición físico y garantizó que seguiría entrenando y trabajando duro.
Sin el interés del Bayern, se abrió la oportunidad para que otros pudieran sondear su situación. La edad avanzada de 35 años y el caso de agresión, con todo, alejaron los principales equipos. Así, el Salernitana entró en la jugada y anunció la llegada del central este viernes. La presencia de Franck Ribéry, su excompañero y actual parte del personal del equipo italiano, fue crucial para convencer a Boateng.
Con contrato hasta el final de esta temporada, el alemán tiene la difícil misión de librar los “grenates” de la Serie B. Después de 22 partidos disputados, los comandados de Filippo Inzaghi ocupan la última posición de la tabla y están a seis puntos de la Udinese, primer equipo fuera de la zona de descenso.
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