Jonathan Orellana y el agónico empate ante Rengo: «Para nuestras ambiciones es un sabor amargo» | OneFootball

La escuadra aurinegra empató en la agonía en el estadio Guillermo Guzmán en la provincia del Cachapoal.

Fernández Vial rescató un punto en su visita a Deportes Rengo en el encuentro válido por la fecha 23 del torneo de Segunda División. El desarrollo del encuentro estuvo marcado por las opciones que tuvieron los ferroviarios para abrir el marcador en el primer tiempo y el dominio del juego que tuvieron los locales en la segunda parte.

Sin embargo, el marcador no se abrió hasta en el minuto 80 cuando Matías Recabal anotó el primer gol para Deportes Rengo. Era derrota vialina hasta casi el final, cuando Antonio Ramírez marcó el empate en lo que era literalmente el último minuto de partido, en el 90+5′.

EL SABOR AMARGO

Tras el partido, el técnico aurinegro, Jonathan Orellana, confesó que este fue uno de los peores partidos en condición de visita que ha jugado su equipo. «La verdad es que era un partido difícil tomando en cuenta que Rengo ya nos complicó en la primera rueda de local. Hoy no jugamos bien, nos costó. Tuvimos opciones claras que, si hubiéramos convertido, la historia sería distinta. Rengo nos esperó y jugó de contra y nos convirtió. Logramos empatar, pero ya no quedaba tiempo», afirmó.

Con este empate, los penquistas se anotan en la cuarta posición de la tabla con 35 puntos. Ante esto, Orellana comentó su expectativa para lo que resta de torneo. «Lo importante es mantener la tranquilidad, en unos días más estaremos jugando y la idea es terminar de buena manera el torneo. Este punto de visita en otras ocasiones no es malo, pero para nuestras ambiciones es un sabor amargo. Esperamos tener un buen resultado el martes y terminar bien el torneo», cerró.

Para lograr que estas pretensiones se cumplan y mantenerse en los puestos altos de la tabla, el Inmortal deberá obtener los tres puntos ante Trasandino este martes a las 18 horas en el Ester Roa Rebolledo.

Fotografía: Bárbara Muñoz / La Pelota Es Mía