Da igual la pelota
·10 de marzo de 2025
La mejor versión de Aurélien Tchouaméni

Da igual la pelota
·10 de marzo de 2025
Desde los abucheos recibidos en el Santiago Bernabéu ante el Celta en la Copa del Rey, Aurélien Tchouaméni ha dado un giro radical a su rendimiento. Aquel 16 de enero marcó un punto de inflexión para el mediocampista francés, que pasó de estar en el foco de la crítica a consolidarse como una pieza clave en el esquema de Carlo Ancelotti.
Tras su cuestionada actuación como central en la Supercopa de España, su regreso a la sala de máquinas del centro del campo ha sido determinante. Partido tras partido, ha demostrado personalidad y solidez, dejando claro que su mejor respuesta a las dudas ha sido el trabajo en silencio y el rendimiento sobre el césped.
El encuentro ante el Rayo Vallecano fue una prueba más de su crecimiento. Tchouaméni combinó a la perfección con Modric, mostrando una versión equilibrada y efectiva tanto en recuperación como en distribución de juego. Sus números respaldan su actuación: ocho recuperaciones, cuatro interceptaciones, dos despejes y seis duelos ganados. Además, su aportación ofensiva no pasó desapercibida.
Desde sus botas nació la jugada que terminó con el disparo de Vinicius al palo y también el tanto de Mbappé tras un robo y pase vertical que rompió la línea de presión rival. Un despliegue que no pasó inadvertido para Ancelotti, quien destacó su labor sin balón y su crecimiento con la pelota en los pies.
El ajuste táctico también ha sido clave en su evolución. Su conexión con Modric le permite centrarse en labores de contención y distribución sin tener que asumir excesivas responsabilidades creativas. Mientras que con Camavinga solía pisar zonas similares, con un perfil más organizador a su lado encuentra un equilibrio que favorece su juego.
Ante el Rayo y en los minutos finales del duelo contra el Atlético en Champions, Tchouaméni mostró inteligencia para elegir cuándo avanzar con el balón y cuándo apoyar en la construcción. Incluso protagonizó un par de conducciones destacadas, con regates y pases al espacio que dejaron entrever su confianza en fase ofensiva.
Su actuación frente al Rayo refleja su evolución en los últimos meses. Aunque comenzó el partido algo desubicado, ajustó su posición con el paso de los minutos hasta consolidarse como un pilar en el centro del campo. Su sacrificio defensivo y capacidad para anticiparse fueron clave para sostener al equipo en la victoria por 2-1. De estar en el ojo de la tormenta a ser un indiscutible, Tchouaméni ha demostrado que su mejor versión ha llegado para quedarse.
Autora: Natalia Blanco
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