
La Galerna
·4 de marzo de 2025
La semifinal contra el Atleti en la Cuarta Copa de Europa

La Galerna
·4 de marzo de 2025
El primer gran enfrentamiento europeo entre Real Madrid y Atlético de Madrid se produjo en las semifinales de la Copa de Europa en 1959. Los blancos estaban en el camino de intentar conquistar el título por cuarta vez, mientras que los colchoneros disputaban su primera edición tras haber ganado el Real Madrid la del año anterior, lo que hizo que su subcampeonato liguero le valiera el acceso a la competición continental.
La rivalidad entre los dos conjuntos era muy fuerte, profunda y exacerbada. Los partidos en la Liga y Copa eran duros e intensos y tampoco iba a ser distinto en la Copa de Europa. Estaba en juego un pase a la final y por parte de los colchoneros destronar a su eterno rival. La Liga había terminado unos días antes y el equipo blanco no había podido revalidar el título que fue a parar a Barcelona. Tampoco el Atleti tuvo su mejor año con un quinto puesto, pero muy lejos en puntuación de Barça y Real Madrid. A ambos les quedaba de la bala europea y también la Copa.
El Real Madrid había eliminado en octavos al Besiktas alineando en la ida por primera vez en la Copa de Europa al famoso quinteto formado por Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento, y luego hizo lo propio en cuartos con los austriacos del Wiener SC. En las filas rojiblancas en su camino hacia semifinales apearon de manera consecutiva al Drumcondra irlandés en dieciseisavos, al CDNA Sofia búlgaro en octavos, con desempate incluido, y a los alemanes del Schalke 04 en cuartos.
Desde días antes la capital se encontraba agitada, bulliciosa y ansiosa por la eliminatoria. Todo el mundo hablaba del partido con familiares y amigos en la calle, en los bares y en el trabajo. A medida que se aproximaba el encuentro de ida también llegaron los nervios y la excitación. El primer partido se iba a celebrar en el Santiago Bernabéu el jueves 23 de abril a las 21:30 horas de la noche.
El día 22 MARCA ya anunciaba en portada una dura baja en el equipo merengue: Kopa. El francés se iba a perder la ida por una distensión de los ligamentos del tobillo acaecida en el último partido liguero contra el RCD Español. Mientras que en los rojiblancos el técnico checoslovaco tenía la duda de alinear a Mendonça o Agustín. El Real Madrid entrenó de noche a las 8 en el Santiago Bernabéu con la presencia en las gradas de Santiago Bernabéu. Tras cien minutos de sesión se marcharon a concentrarse a El Escorial.
Concentración del Real Madrid en El Escorial
Por su parte, el Atleti tenía su cuartel general en El Plantío, donde realizó preparación física y posteriormente una sesión de cine. Las novedades para Daucik fueron que se incorporaron Madinabeytia, Alvarito, Rafa y Adalberto al grupo.
Concentración del Atleti en El Plantío
En la previa habló Carniglia: “Mi equipo se crece en los encuentros para la Copa de Europa”. Avisaba que el “Atlético está descansado y es un equipo que lucha cuando llega el caso” y no creía que “la eliminatoria se decida en el primer partido”. A Kopa se le iban unir Juanito Alonso y Zárraga como bajas. Y la del medio guechotarra no era una ausencia cualquiera, puesto que iba a fallar por primera vez en la competición tras haber disputado 26 encuentros. Di Stéfano manifestó estar “esperanzado en conseguir la victoria” y Lesmes vivía con ganas de que llegase el choque: “¡Para mí es un día grande!”. En el otro bando, Daucik hizo un último entrenamiento con sus hombres durante una hora en el Metropolitano. El preparador comentó tras la sesión que “jugaremos cara a cara. Con nuestra táctica de siempre y la alineación que presentamos al Barcelona. Hay mucha ilusión y entusiasmo, pero no optimismo”. También declaró que “aunque el Madrid no está en su mejor momento, será igualmente temible”. Además, hablaron futbolistas importantes como Miguel, que prefería jugar “con luz natural y calor” y Vavá, que señalaba a Santisteban, al que temía como “sexto delantero”.
Saludo entre capitanes
Arbitró el escocés Mr. Mowat, que según las crónicas generalizadas tuvo varios errores importantes. El Real Madrid salió con Domínguez; Miche, Santamaría, Lesmes; Santisteban, Ruiz; Mateos, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento. Y en el Atleti los once elegidos fueron Pazos; Rivilla, Callejo, Mendiondo; Calleja, Chuzo; Miguel, Mendonça, Vavá, Peiró y Collar.
La victoria blanca fue por la mínima y el fallo en el penalti de Vavá pudo cambiar la eliminatoria por completo. En la crónica de MARCA destacó Antonio Valencia las actuaciones de medios y defensas y criticó los fallos en ambos equipos de las delanteras. El Real Madrid no estaba en su mejor momento y lo suplió con esfuerzo y sacrificio, lo que le dio para llevarse el triunfo. Daucik planteó para el Atleti un plan con un 1-3-3-4 en el que dejó con vida al cuadro blanco por la inoperancia de varios futbolistas de ataque. Como especificó Valencia en su crónica nunca tendría el Atleti “menos Madrid enfrente”.
Remate de cabeza de Di Stéfano
Los visitantes se adelantaron con un disparo de Chuzo a los trece minutos. Dos más tarde, la reacción del Madrid. Un balón largo de Lesmes a Rial, que estaba en posible fuera de juego, y el interior de Pergamino definió cruzado ante Pazos, que pudo hacer algo más.
Gol de Rial
Pasada la media hora, una jugada en el área atlética en la que Di Stéfano fue derribado por Rivilla.
Penalti a Di Stéfano
Puskas no perdonó y materializó desde los once metros.
Gol de Puskas
A renglón seguido, la ley de la compensación arbitral con una pena máxima para los rojiblancos. Peiró se internó, siguió la jugada trompicada y ‘El Galgo del Metropolitano’ cayó sin que existiese penalti. Vavá lo tiró flojo por bajo a la derecha de Domínguez, que llegó a tiempo de atajar y despejar a córner.
Penalti de Vavá detenido por Domínguez
Si en la primera mitad quedó tocado el arquero Pazos tras un choque con Puskas, en la segunda el Atleti agobió a los blancos sobre todo tras la lesión de Santisteban, que se refugió en el extremo derecho sin apenas poder participar. El cuadro merengue se reestructuró con Di Stéfano bajando a la media junto a Rial para echar una mano.
En vestuarios, Carniglia afirmó que “merecimos un gol más” y lo mejor del partido fue la “velocidad y la corrección de los jugadores”. Respecto a las jugadas polémicas, lo tenía claro: “El penalty de ellos, no; el que hicieron a Di Stéfano, sí”. Mientras que la conclusión de Daucik fue clara: “Ganó quien tuvo más suerte”. Añadió que “jugamos más y tuvimos la gran oportunidad de ganar”. También hablaron los presidentes. Bernabéu dijo que “el Madrid fue superior al Atlético” y Fuertes de Villacencio que los suyos “merecieron empatar y la eliminatoria está en el aire”. Por último, los capitanes se mostraban confiados en las posibilidades de su equipo. Lesmes manifestó que el empezar “con ventaja, ya es un signo positivo” y Miguel que “el resultado permita abrigar confianza”.
El duelo de vuelta quedó establecido para el día 7 de mayo. A falta de dos días para el encuentro, Daucik ya tenía concentrados a sus chicos en el cuartel general del Nueva Montaña, en El Plantío. Por la mañana realizaron ejercicios de cultura física y una caminata de diez kilómetros. Por la tarde se marcharon a Chamartín para presenciar el Sevilla-Indauchu de desempate de la Copa. En el otro bando, Carniglia había recuperado a sus lesionados Santisteban y Kopa, que entrenaron por la mañana en Chamartín. El equipo madridista no contaba con bajas. Varios jugadores blancos, al igual que los colchoneros, viajaron desde El Escorial hasta Madrid por la tarde para presenciar el choque copero.
En la previa, a medida que se acercaba el partido, Daucik tenía claro su once y no titubeaba: “Ganaremos por dos goles”. Respecto a la vuelta de Kopa pensaba que “puede influir en su equipo, pero… de una semana a otra no se pueden hacer milagros”. Su colega Luis Carniglia sí tenía un rompecabezas, sobre todo para conformar el ataque. Tenía siete nombres para cinco puestos en el ataque y comenzaba a oírse el rumor de que Puskas se quedaría fuera, lo que causaba sorpresa y extrañeza general entre aficionados y medios. El argentino avisaba que “nosotros vamos a intentar ganar, eso no cabe duda; más sin jugar a tontas y a locas, sino con organización”. Y aclaraba que “no creo que el Atlético pueda jugar todo el año con ese ritmo velocísimo y con esos enormes deseos que emplea frente al Madrid”.
Entrenamiento previo del Atleti
El colegiado de la contienda fue el inglés Mr. Leafe, con un estadio Metropolitano lleno total y en una tarde gris. En los colchoneros la formación la integraron Pazos; Rivilla, Callejo, Mendiondo; Chuzo, Calleja; Miguel, Agustín, Vavá, Peiró y Collar. En el equipo de Carniglia se confirmó la baja por decisión técnica de Puskas y saltaron al césped Domínguez; Miche, Santamaría, Lesmes; Santisteban, Ruiz; Kopa, Mateos, Di Stéfano, Rial y Gento.
Cabalgada de Gento
Parada de Pazos
Los rojiblancos vencieron por 1-0, con un tanto de Collar que fue más listo y hábil que Miche y Domínguez en un balón dividido, y forzaron así un partido de desempate que se disputaría en Zaragoza el miércoles día 13.
Gol de Collar
Alegría rojiblanca por el gol
En la crónica de Pueblo firmada por Gilera, este tituló “justa y corta victoria del Atlético”. Se vio a un Real Madrid con “prudencia de juego, al menor riesgo posible, para lo cual retrasó la posición de di Stéfano a mediocentro como fundamento de línea eje que sirviera de obstáculo y primer freno a la avanzada del Atlético”. Los blancos echaron de menos a Puskas en ataque y el poco tiempo que estuvo Di Stéfano en punta evidenció que en los visitantes “no había confianza para componer un ataque de cinco hombres, lo que produjo una rectificación del tímido plan madridista”.
Remate de Vavá
Los vencedores tuvieron “a lo largo del encuentro mayor iniciativa y ejerció un mayor dominio territorial, con más tiro y remate de línea delantera, y hasta de uno de sus medios: Chuzo”. El gol “elevó la moral del Atlético”, pero en el segundo tiempo no gozaron de muchas más oportunidades. Los merengues sobrevivieron gracias a Santamaría, Ruiz y Di Stéfano y su mejor ocasión fue un remate al larguero de Kopa. En los rojiblancos todos rindieron a un nivel notable excepto Vavá, que fue el menos eficiente. Las espadas quedaron en todo lo alto de cara al desempate tras un partido en el que el mayor interés fue “la duda del resultado incierto” y lo peor “la autorreducción de los equipos por el temor a la derrota y la tendencia al resultado mínimo”.
Disparo de Kopa a la madera
En rueda de prensa hablaron los dos entrenadores. Daucik pensaba que “a la tercera va la vencida: espero que nos clasificaremos”, mientras que la opinión de Carniglia fue que tendrían que “ocurrir muchas cosas para eliminar al Real Madrid”. El argentino también se quejó del trencilla, que dejó de señalar dos penaltis en el área del Atlético. El arquero madridista Domínguez reconoció que Collar fue “muy inteligente en el gol” y Santiago Bernabéu definió el encuentro como “muy movido. Los equipos se han desenvuelto nerviosos”. En los locales también hizo declaraciones Joaquín Peiró, que afirmaba que todo había ido “como esperaba. Creo que el resultado ha sido justo. El partido era lo de menos: lo que interesaba era la eliminatoria”.
El ‘replay’ se programó justo tres días después de la ida de octavos de final de la Copa. El Real Madrid llegó exultante tras derrotar de forma abultada al Atlético de Bilbao por 4-1. En el otro lado de la moneda, los rojiblancos sufrieron una derrota en Sarriá ante el RCD Español. Acto seguido, las dos expediciones ya preparaban su viaje a Zaragoza para concentrarse. El Real Madrid con 17 jugadores y parada previa en Guadalajara para comer, y el Atleti con escala en Lérida para llegar a la ciudad maña el lunes por la tarde y realizar allí un último entrenamiento el martes.
En el equipo rojiblanco se esperaba que Daucik sacase al equipo de costumbre con Agustín de interior. Collar avisaba: “Estamos fuertes, rebosantes de alegría y con mucha fe”. En las filas madridistas la posibilidad de ver a los cinco genios de su ataque juntos de nuevo cobraba forma, aunque Mateos también estaba en el pensamiento de Carniglia. Habló el defensa Marquitos que se estaba quedando fuera de los planes del técnico a lo largo de la eliminatoria: “Si jugamos sin miedo, al ataque, el partido será nuestro”. Los rojiblancos entrenaron de manera suave en La Romareda y los merengues también quisieron testear el estado del césped en la previa. Se esperaba una invasión de madrileños en Zaragoza en una cifra de 5.000 por cada equipo. Si el partido llegaba a la prórroga y no había vencedor se decidiría el finalista a través de un sorteo.
Gradas de la Romareda
A las cinco de la tarde del miércoles 13 de mayo salieron los dos conjuntos al estadio aragonés en compañía del colegiado inglés Mr. Ellis. En la alineación blanca volvió a haber novedades, con la entrada por primera vez de Zárraga en el once y la salida de Rial para jugar Mateos de interior. Los blancos formaron con Domínguez; Miche, Santamaría, Lesmes; Ruiz, Zárraga; Kopa, Mateos, Di Stéfano, Puskas y Gento. En los colchoneros, lo que se preveía, con Pazos; Rivilla, Callejo, Mendiondo; Chuzo, Calleja; Miguel, Agustín, Vavá, Peiró y Collar. La Romareda presentó un magnífico aspecto, con un lleno rebosante.
Once del Real Madrid en la Romareda
Los capitanes: Miguel y Zárraga
Un total de 270 minutos hicieron falta para conocer al finalista madrileño de la Copa de Europa. Y volvió a ser el Real Madrid por cuarta ocasión consecutiva. Los blancos derrotaron a sus vecinos por 2-1 en un partido en el que hubo de todo. El equipo de Carniglia esta vez fue mejor sobre el terreno y pudo ganar el encuentro por más diferencia. El primer tanto en el minuto 16’ fue obra de arte de los merengues que culminó Di Stéfano tras jugada rápida de Gento y Mateos.
Gol de Di Stéfano
El Atleti se volcó a por el empate y lo logró de manera centelleante dos minutos más tarde. Collar aprovechó un centro de Peiró y un error en cadena de la zaga madridista para batir a Domínguez. El gol que dio el pase a la final al Real Madrid lo marcó Puskas y con la derecha. Un rápido contragolpe montado por Kopa y Mateos lo materializó el magiar con un disparo sin pensarlo que superó a un sorprendido Pazos.
Gol de Puskas
En la segunda mitad la superioridad blanca fue creciente, pero el marcador no se movió más a pesar de una última ocasión de Peiró para forzar la prórroga. Lesmes se lesionó alrededor de la hora de partido y, aunque volvió al césped, fue un jugador inmóvil. También Mateos tuvo molestias, pero aguantó. Antonio Valencia, en su crónica para MARCA, ensalzó la figura de Di Stéfano, Puskas y Kopa.
Kopa en la Romareda
El primero porque volvió a dar una clase de omnipresencia. Con la lesión de Lesmes, bajó al centro del campo (y Zárraga a la defensa) y su campo de acción se limitó de la media hacia abajo siendo clave para los suyos. Mientras que los dos delanteros europeos estuvieron excepcionales en ataque fabricando ellos solos las jugadas y montando contraataques de gran calidad, en un día discreto de Gento. Para Valencia, “jugó Kopa su más valioso partido para el Madrid; un partido a nivel europeo y mundial”. Y “Puskas (que ya bebió agua a los doce minutos) realizó un gran partido. Se movió probablemente más que en diez años del Honved, y su sabiduría y experiencia fueron decisivas en la tarea”.
En los vestuarios, dos estados de ánimo muy distintos. En el merengue, un entusiasmo extraordinario, y en el colchonero, un silencio impresionante. Carniglia estaba contento con el partido del equipo y la “facilidad con que llegamos a la portería de Pazos”. Daucik no puso peros a la derrota y calificó el triunfo blanco como “justo”. Y agregó que “Kopa, Di Stéfano y Puskas levantaron el partido”. El capitán rojiblanco Miguel también reconoció la labor del rival, afirmando que “en el segundo tiempo se ha impuesto claramente el Madrid”. Peiró elogió a la Saeta Rubia y se lamentó de su último error: “Di Stéfano ha jugado magníficamente y ha hecho un encuentro de los suyos. Creo que si hubiera marcado el gol es probable que el Atleti hubiera puesto al Madrid en un verdadero aprieto”.
Di Stéfano
En el lado blanco, Di Stéfano declaró que “el Atleti ha jugado con muchas ganas, pero creo que el Madrid ha jugado a su ritmo y ha jugado como siempre juega estos encuentros decisivos. Estoy contento con mi labor porque ha sido una vez más de sacrificio en bien del equipo y quiero resaltar que todos los compañeros me han ayudado muchísimo”. En el palco también hablaron el presidente Bernabéu y el directivo colchonero Valentín Ezquerra. Este último afirmó que “la suerte ha sido decisiva en esta eliminatoria”, y el mandatario almanseño dijo que “el Madrid ha conseguido lo que todos esperábamos”.
Marcador de la Romareda
Celebración del triunfo
José Emilio Santamaría, años después, hablaría así de aquella eliminatoria en el libro ‘El Real Madrid campeón de Europa’, publicado por ABC’. “Para nosotros no había peor enemigo que el Atlético de Madrid, que no en vano tenía un gran equipo. Estábamos ante una situación peligrosa. La expectación que levantó la eliminatoria fue impresionante. Dos notas importantes del primer partido fueron los dos penaltis señalados. Hicimos lo más difícil: darle la vuelta al marcador. La realidad es que aquel encuentro lo disputamos los dos equipos a cara de perro. El segundo partido lo debió ganar el Madrid y, sin embargo, perdimos. Jugamos mejor que ellos y dominamos más. El equipo rojiblanco tenía una influencia sobre nosotros que era muy superior a la que pudiera ejercer cualquier otro rival. Creo que esto tuvo mucho que ver con el resultado. Ninguno deseaba un tercer partido, pero fuimos a La Romareda a desempatar. El desempate no fue otra cosa que un partido de mutuo respeto entre dos equipos de potencial similar. Marcamos primero y después empató el Atlético. Luego, Puskas consiguió el tanto de la victoria. La continuación del partido fue una lucha cerrada en la que soportamos los intentos de un Atlético que buscaba la igualada. Al final pudimos respirar… y a la cuarta final”.
Fotografías: archivo Alberto Cosín