Stats Perform
·7 de octubre de 2019
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EDITORIAL
Víctor Valdés ya no es el entrenador del Juvenil A del Barcelona. La destitución es hoy oficial pero era un secreto a voces desde que el club le apartara del banquillo para dirigir al equipo el pasado sábado en la victoria por 1 a 2 a domicilio del Nàstic de Tarragona. A saber, la discusión que el ex portero mantuvo con el responsable del fútbol base barcelonista, Patrick Kluivert, el viernes ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de la junta directiva, que fulmina al técnico apenas ochenta días después de haberle contratado.
El Barcelona resolvió incorporar al portero más laureado de su historia para dirigir a la joya de la corona del fútbol formativo barcelonista, el Juvenil A de Ansu Fati e Ilaix Moriba. Sin embargo, el regreso de Valdés al club de su vida no ha sido particularmente longevo a pesar de que uno de sus discípulos se encuentre ya a las puertas del primer equipo y de la selección española, a la que Ansu no ha podido acudir por cuestiones burocráticas, que no futbolísticas. Pero a Valdés le reprochan otras cosas desde los despachos.
La primera, que retirara a su equipo de la final de consolación en un torneo disputado en Holanda en verano, pero tampoco han gustado sus airadas broncas a varios empleados del club, sean responsables de prensa o de nutrición, el poco respeto mostrado hacia varias autoridades del club o que utilice un 4-4-2 en lugar del 4-3-3 con el que trabajan todos los equipos formativos.
Según el club no participó en ninguna de las charlas organizadas por otro peso pesado de la Masia como es Paco Seirul·lo ni acudió a la cena de los técnicos de los equipos de la base, en la que sí estuvo su staff técnico. Por lo pronto tampoco se cortó el viernes con el máximo responsable, Kluivert, al que no aceptó que le recordara que el Juvenil A está disposición del filial, que a su vez está para fortalecer al primer equipo, mientras a él no le dejan meter mano en el Juvenil B cuando pierde jugadores.
Además, la semana pasada también se puso de parte del vestuario en la cruzada contra la junta directiva pero según Mundo Deportivo lo definitivo ha sido haber llegado tarde al estadio Johan Cruyff por haber querido dar la charla técnica en la Ciudad Deportiva y no en el escenario del partido frente al Inter y que habría supuesto una sanción económica para el club, sin olvidar que en la rueda de prensa previa había hecho público su malestar por no poder jugar los partidos de campeonato en esta misma instalación. Es decir, que Valdés no es destituido por la discusión con su superior directo sino por todo lo que la provocó.