Offsider
·4 de diciembre de 2024
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·4 de diciembre de 2024
Si por algo se caracteriza la Copa del Rey es porque es la competición de las oportunidades. Para los equipos humildes, la oportunidad de soñar a lo grande. Para los equipos grandes, la posibilidad de dar entrada a los menos habituales, al menos en las primeras rondas. En este caso, para el Atlético de Madrid, el partido de este jueves ante el Cacereño se presenta así, como una ocasión perfecta para jugadores como Samuel Lino o Rodrigo Riquelme.
El caso de ambos futbolistas no es el único que se aprovechará ante el conjunto extremeño. Otros jugadores de la denominada «segunda línea» tendrán los minutos que habitualmente no tienen. Pero para Lino y Riquelme es un partido importante, pues ambos han perdido el protagonismo que sí tenían en el pasado. Y, con ello, parte de su propia confianza, un elemento clave para cambiar las tornas.
Si bien es cierto que la irrupción de protagonistas inesperados como Javi Galán o Giuliano Simeone tiene mucho que ver en el descenso de sus minutos, ni Lino ni Riquelme están rindiendo como se esperaba. El brasileño, que cuajó una gran temporada el año pasado y logró hacer olvidar el adiós de Carrasco, no es el que era. Y el canterano, que brilló en sus cesiones, no ha terminado de consolidarse con la elástica rojiblanca.
Destaca, entre ambos, la ausencia de Samuel Lino en los planes de Simeone. El técnico argentino le encomendó mejorar su aportación goleadora en su segundo curso con el Atlético, pero sus cifras no mejoran. Si el año pasado consiguió 8 goles y 8 asistencias en 46 partidos, a estas alturas, habiendo disputado 17 encuentros, Lino solo acumula 2 asistencias.
Unos deberes que no ha cumplido un jugador que destacaba por su descaro y valentía en el uno contra uno. Una faceta que se ha disipado y que, sumado al no cumplimiento de la petición del Cholo, le han relegado al banquillo. De hecho, de los últimos quince partidos, Lino solo ha sido titular en cinco y no ha disputado ni un minuto en cuatro de ellos.
Unos números que empeora todavía más Riquelme. Rodrigo, que meditó seriamente marcharse en verano, es el 20º jugador de la plantilla en lo que a minutos se refiere. En esa quincena de encuentros se ha quedado fuera hasta en seis ocasiones. Así que, para ambos, el Cacereño no es un rival más en el calendario, es una oportunidad copera para resurgir.