El Sevillista
·21 de septiembre de 2024
El Sevillista
·21 de septiembre de 2024
En la primera mitad, el club hispalense salió poco enchufado al partido. Los de García Pimienta no lograron generar ocasiones claras. Además, la poca efectividad en centros al área (14%), la poca dureza en duelos ganados (40%), las pérdidas claras (8 pérdidas) y el poco acierto en las entradas (25%) provocaron que la elástica nervionense se fuera perdiendo al descanso y con malas sensaciones en el terreno de juego.
La escuadra hispalense está sufriendo mucho para sentirse cómodo en los partidos, la falta de precisión de pase de algunas posiciones clave como defensa, portero y pivote hacen que la salida de balón sea una misión casi imposible (un 83% de precisión insuficiente para reflejar el estilo que plantea el míster).
En la segunda mitad, los visitantes dieron un paso hacia adelante con más de un 70% de posesión. No obstante, la falta de toma de decisiones en la zona de 3/4, aunque, un pase entre líneas dio esperanzas al juego planteado por García Pimienta. Otro factor que refleja la falta de disparo que sufren los de Nervión es la cantidad de pases que da el equipo en esa última zona del partido; los rojiblancos realizaron más de 40 pases en esa zona crítica sin llegar a hacer daño a la zaga vasca. Un fallo defensivo en la segunda mitad evitó que los visitantes sumaran en Mendizorroza.