MuyDeFútbol
·15 de septiembre de 2024
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El partido de la jornada 5 entre Málaga y Huesca se disputó a las 18:30 de la tarde en el estadio La Rosaleda. Se respiraba un ambiente muy bueno y positivo con más de 26.600 personas alentando al conjunto local.
El técnico visitante, Antonio Hidalgo, volvía a la que fue su casa como jugador y donde metió el doblete que dio el último ascenso del Málaga a primera división.
Antonio Hidalgo y Sergio Pellicer se saludan antes de comenzar el partido. Imagen perteneciente a Heraldo.
El conjunto blanquiazul salió desde el primer minuto en busca de los tres puntos. Los boquerones jugaron muy bien enlazando jugadas combinativas que les hacían llegar rápido a portería rival. A pesar de eso, la primera ocasión de peligro la tendría Soko. El atacante del equipo aragonés enganchó una volea cerca del área pequeña de Alfonso Herrero, pero el disparo se fue por encima de la portería.
El Málaga seguía dominando, pero faltaba un poco de desborde por las bandas. Sergio Pellicer cambió de bandas a Yanis y Cordero, que estaban jugando a pierna cambiada. Este cambio táctico dio al Málaga una variante diferente a las que se estaban utilizando y prueba de ello fue el gol.
Poco después de realizar ese cambio, Antoñito Cordero recibió un balón en largo de Manu Molina. El canterano, formado en La Academia, corrió y puso desde la derecha un buen centro al área. Dioni fue en busca del remate, pero fue Jorge Pulido el que, mientras lo defendía, mandó el balón al fondo de la red. El Málaga se adelantaba en el minuto 41 y así sería como se iría al descanso. Buena primera parte de los blanquiazules ante un Huesca que fue sometido por el conjunto local.
Carlos Puga con el balón. Imagen perteneciente a Diario Sur.
En el segundo tiempo fueron los oscenses quienes cogieron el mando del partido y se lanzaron al ataque. El Málaga intentó mediante el balón defenderse, pero no generó mucho peligro.
El Huesca tuvo más ocasiones en la segunda mitad, gran parte de ellas a balón parado. En el minuto 60, tras una mano de Alfonso Herrero fuera del área sancionada con amarilla, Óscar Silva puso un buen centro que remató Jorge Pulido, pero lo atrapó Herrero. A pesar de esta parada, este ha sido uno de los partidos donde más inseguro se ha visto al meta toledano, sobre todo en el juego aéreo.
En el minuto 77, Joaquín Muñoz controló muy bien un balón y lo abrió a banda para Toni Abad, que puso un centro a Unzueta, pero su remate fue bloqueado por Nelson.
Jorge Pulido remata un centro de Sielva. Imagen perteneciente a Diario Sur.
En la segunda parte, Pellicer dio entrada a Roko Baturina y Haitam, pero ambos salieron lesionados. El primero fue el delantero croata, quien, tras un choque en una disputa aérea, se hizo daño en la cadera y, a pesar de no ser cambiado, se le vio bastante dolorido y cojeando por el campo.
Por otra parte, y al poco de haber entrado, Haitam sufrió un tirón en la zona de los isquios, lo que obligó a Sergio Pellicer a tener que sustituirlo.
Haitam se tira al suelo al no poder seguir jugando. Imagen perteneciente a Diario Sur.
En el cambio de Haitam, entraron Izan Merino, que jugó en la banda, y Castel, que entró por Manu Molina y jugó arriba.
Ambos fueron protagonistas claves en la última jugada de peligro del equipo local. En el minuto 88, Castel abrió muy bien a banda, Izan puso un centro medido y el ariete malaguista remató de cabeza estrellando el esférico en el larguero.
La réplica la tendría el Huesca un minuto después, cuando Jordi Martín puso un centro que cabeceó solo dentro del área Kortajarena, aunque el remate se fue muy desviado.
Dani Sánchez en carrera con el balón. Imagen perteneciente a Diario Sur.
Tras el pitido final podemos ver la satisfacción de los jugadores del Málaga y la resignación de los oscenses. Ambos equipos se sitúan en playoff, aunque faltan partidos por jugarse. Nueve puntos para cada uno de ellos.
El Huesca suma su segunda derrota consecutiva, a pesar de haber encadenado anteriormente tres victorias seguidas.
Por su parte, el Málaga se mantiene invicto con 2 victorias y 3 empates.
Un ambiente especial se respira en La Rosaleda, pero, como dice el míster, hay que ir con calma. Ya solo quedan 41 puntos para llegar a esos anhelados 50 puntos.
Pellicer y Cordero se saludan al finalizar el partido. Imagen perteneciente a Diario Sur.
Autor: Francisco Panadero Fenoy
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