Da igual la pelota
·4 de diciembre de 2024
Da igual la pelota
·4 de diciembre de 2024
Newcastle y Liverpool empatan a 3 en un duelo agónico donde el ida y vuelta se convirtió en el protagonista.
El St. James’ Park se preparaba para otra noche mágica en la Premier. Newcastle y Liverpool, dos fuerzas en pleno ascenso, medían sus aspiraciones en un duelo que prometía intensidad y drama. Los de Eddie Howe regresaban a casa tras un empate agónico contra el Crystal Palace, mientras que el imparable Liverpool de Slot llegaba con una racha de 16 partidos invicto en todas las competiciones, decidido a mantener el liderato. Con el bullicio de los aficionados en el noroeste de Inglaterra como telón de fondo, este enfrentamiento prometía más que un simple choque de estilos: era una batalla por la supremacía.
El emocionante encuentro comenzó con un Newcastle voraz, decidido a asfixiar la salida de balón del Liverpool con una presión intensa y bien coordinada. Los de Eddie Howe, fieles a su estilo, desplegaron líneas adelantadas, buscando recuperar el balón rápidamente en campo contrario. Como una jauría acechando su presa, el equipo local alternó momentos de agresividad con cautela, eligiendo cuidadosamente cuándo lanzarse sobre el portador del balón. Este enfoque no solo dificultó el juego fluido del Liverpool, sino que también permitió a las urracas generar oportunidades en transición.
Sin embargo, los reds sabían que el ambiente en el St. James’ Park podía jugar en su contra y, con inteligencia, aprovecharon los espacios que dejaba el Newcastle en su intensidad ofensiva. Apostando por rápidos contragolpes, el conjunto de Slot buscó romper la organización local. Mac Allister, eje creativo del medio campo, lo intentó con disparos certeros y combinaciones rápidas, pero un muro llamado Nick Pope y la madera frustraron sus intentos de marcar.
Esta vez más, el palo se convirtió en el mejor aliado del Liverpool, negándole el gol a Murphy, quien había rematado con potencia tras una recuperación agresiva en campo rival. El Newcastle, envalentonado por el apoyo de su afición, sometía al conjunto visitante, presionando con intensidad y generando oportunidades claras. Sin embargo, la falta de precisión en los últimos metros les impedía reflejar su dominio en el marcador.
Finalmente, quien la sigue, la consigue. Tras un dominio de posesión por parte del Newcastle, las urracas encontraron en Isak la clave para adelantarse en el marcador. El sueco recibió un pase tras un giro magistral de Guimaraes en tres cuartos de campo. Con un regate sutil, rompió la marca de Van Dijk y, con gran precisión, disparó potente desde fuera del área, enviando el balón hacia las telarañas de la portería de Kelleher, quien nada pudo hacer ante ese misil, sellando el 1-0 y buscando seguir la estela del gol hacia el descanso.
Isak lanzando el disparo del gol ante la intimidación de van Dijk. Fuente: Justin Setterfield/Getty Images.
Tras la primera mitad tan redonda de los locales, el Liverpool salió con todo en la segunda parte, decidido a buscar rápidamente el tanto que los metiera en el encuentro. Finalmente, una combinación cerca del área de los visitantes permitió que Jones rematara a portería con rabia, clavando el balón en la escuadra y superando a Pope, empatando el encuentro. Con este gol, los líderes tomaron el control del encuentro y el conjunto de Slot comenzó a mostrar su versión más reconocible, con transiciones más rápidas y una presión más feroz.
Todo parecía indicar que el Liverpool controlaba el partido cuando, tras una verticalización en el juego, Isak logró ofrecer un pase al espacio para Gordon, quien, con gran habilidad, regateó a Gomez y, con calma, anotó el tanto que devolvía al Newcastle al mando del marcador. El empoderamiento de los locales era tal que lograron marcar otro gol a manos de Isak, pero fue anulado por fuera de juego, para suerte de los líderes.
El partido se volvía ‘loco’, favoreciendo el espectáculo y dejando un gran sabor de boca para el espectador neutral. Este cambio de ritmo favoreció al Liverpool, que aprovechó la entrada de jugadores como Alexander-Arnold, Luis Díaz o Szoboszlai para equilibrar el resultado. Tan pronto como se hicieron los cambios, llegó el empate de los reds, tras un pase raso de Alexander-Arnold hacia Salah, quien no falló y hacía soñar a los suyos con la remontada. Tras varios intentos, llegaría el sueño red de la remontada a manos de Salah para liderar a los visitantes hacia la victoria de escándalo después de un encuentro no aptos para cardíacos.
Sin embargo, las urracas no se rendían y seguían presionando para no dejar en vano todo el esfuerzo realizado. El héroe en el St James’ Park sería Schär quien, con su altura, lograba cabecear una falta botada por Guimaraes para poner el agónico 3-3.
Salah disparando a puerta para anotar el 2-2. Fuente: Justin Setterfield/Getty Images.
Newcastle: Pope; Hall, Burn, Schär, Livramento; Joelinton (Willock, 87′), Tonali (Lognstaff, 87′), Guimaraes; Gordon (Wilson, 87′), Isak, Murphy (Barnes, 74′).
Liverpool: Kellegher; Robertson, van Dijk, Quansah, Gomez (Alexander-Arnold, 67′); Mac Allister, Gravenberch (Szoboszlai, 67′); Gakpo (Luis Díaz, 67′), Jones, Salah; Núñez.
Tarjetas: Mac Allister (20′), Quansah (42′), Gravenberch (45′), Tonali (58′), Alexander-Arnold (69′), Núñez (71′), Pope (95′).
Goles: Isak (1-0, 35′), Jones (1-1, 50′), Gordon (2-1, 62′), Salah (2-2, 68′), Salah (2-3, 83′), Schär (3-3, 90′).
Árbitro: Andrew Madley.
Estadio: St. James’ Park, Newcastle upon Tyne, Inglaterra.
Autor: Raúl García Santana.
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